El gobierno bipartito de Castelló, integrado por PSOE y Compromís, ha reconstruido puentes con su socio externo Castelló en Moviment (CSeM), que se incorpora de nuevo a la comisión de seguimiento del Pacte del Grau (el acuerdo programático que suscribieron las tres formaciones), de la que se salió en abril al sentirse ninguneado por el ejecutivo. El acuerdo queda a expensas de que la asamblea ciudadana de CSeM ratifique la decisión de sus concejales.

Los tres grupos emitieron ayer un comunicado conjunto informando de que las últimas reuniones mantenidas han determinado una serie de acciones que facilitarán «la estabilidad del gobierno del Ayuntamiento Castelló» y definirán con más claridad «las funciones de la comisión de seguimiento del acuerdo».

Así, las tres formaciones han decidido hacer periódicas las diferentes reuniones que los partidos mantienen con el gobierno para mejorar la colaboración e información. Estos encuentros se sumarán a las mesas tripartitas sobre temas de especial relevancia, que ya se acordaron en anteriores ocasiones, como son la inclusión social, la participación, el PGOU, los presupuestos o las ordenanzas fiscales.

A falta de que la ratificación por los organismos de decisión de los diferentes grupos, también se ha acordado que, a partir de septiembre, se retomarán las reuniones de la comisión de seguimiento del Pacte del Grau, que pasarán a ser semestrales. Además, se ha acordado dotar a la comisión de la capacidad de marcar prioridades y líneas estratégicas del gobierno.

En abril, CSeM anunció el abandono temporal de la comisión de seguimiento del Pacte del Grau, denunciando el escaso grado de cumplimiento de propuestas clave comprometidas en ese acuerdo programático. También criticó el modo de proceder del gobierno, sin consensuar los temas, por lo que dejó de acudir al foro de trabajo

Las reuniones mantenidas han servido para mejorar los cauces de comunicación entre el gobierno municipal y el socio externo. Así, se han establecido mecanismos que permitirán que la información y las propuestas fluyan de forma más ágil en ambos sentidos.

Desde el ejecutivo municipal confían en que este acuerdo dé estabilidad y evite sobresaltos con Castelló en Moviment, de cuyos votos depende para tener la mayoría en el ayuntamiento. Todo queda a expensas de que la asamblea ciudadana de la agrupación de electores, prevista para principios de septiembre, dé su bendición.