El Bulevar de Renfe de Castelló se proyectó para convertirse en uno de los espacios más atractivos de la capital de la Plana por la construcción de nuevas viviendas, la creación de zonas verdes y la dinamización progresiva del comercio en la zona. No obstante, la recesión económica, la crisis y la lenta recuperación de la provincia ha dejado aquel sueño a medio camino. Si bien es cierto que en el sitio en cuestión se alzan modernos edificios y concurridas plazas, no hay que obviar el hecho de que todavía hay infraestructuras a medio construir. Es el caso del solar que se encuentra en este bulevar haciendo esquina con la plaza Donoso Cortés y que es utilizado como socorrido aparcamiento para aquellos que todavía osan en coger el coche para moverse por una ciudad como Castelló.

Un solar de aspecto desapacible para un lugar que apuntaba maneras de convertirse en el punto neurálgico de la capital.

Pero no todo se ha quedado en agua de borrajas. La plaza de Donoso Cortés, que limita en uno de sus extremos con el barrio de la Guinea, que también se ha sometido en los últimos años a importantes cambios, es un agradable espacio abierto, con zonas de césped, bancos y árboles que protegen del sol a esta concurrida plaza de la zona norte de Castelló. El agua de la amplia fuente, de estructura moderna, que preside la plaza, además, produce una leve humedad que agradecen los vecinos de la zona, principalmente familias con niños y jubilados, que a diario disfrutan de este espacio, sobre todo durante los meses de verano.