Vila-real tiene multitud de caras. La segunda ciudad más importante de la provincia de Castelló presenta diferentes atractivos para practicar el turismo tradicional que ya se han expuesto anteriormente en esta misma sección, como es el caso de sus museos, el patrimonio natural a través de la ruta del botánico, junto al Millars, o conociendo una parte de su patrimonio histórico con un recorrido por los históricos molinos. Pero la ciudad en sí misma es su mejor escaparate promocional.
En ocasiones anteriores hemos aconsejado realizar las rutas a pie, disfrutando de los paseos entre los destinos planteados y en esta ocasión proponemos profundizar en esa visita. El propio ayuntamiento la ha concretado en el recorrido urbano La Vila y los arrabales, para la cual incluso se ha editado una guía que se pone a disposición de turistas y personas interesadas en conocer un poco más de lo que las calles más céntricas de la localidad esconden.
En esta ruta lo que primero que podrá comprobar el visitante es como ha conseguido integrarse el pasado medieval de Vila-real, plasmado en numerosas construcciones del casco histórico o Vila, tal sería el caso de las arcadas que decoran la plaza Mayor, hablando de un pasado de esplendor donde la ciudad ya era un referente, pero cualquier rincón ofrece pinceladas del celo que se ha tenido por preservar el patrimonio histórico y arquitectónico. Refrescar, hacer un picoteo o degustar las propuestas de la restauración local que se disgregan en este mismo entorno no son más que alicientes añadidos.
Aunque el paseo por el centro en su conjunto es aconsejable, existen unas visitas imprescindibles, como la de la emblemática e imponente basílica de San Pascual. Tampoco pueden dejar de conocer edificios muy queridos por los vecinos como la Casa de Polo, el Gran Casino, el Hostal del Rey o la Torre Motxa, aunque solo son algunos ejemplos, porque muy cerca del centro, casi escondida entre las estrechas calles que reparten la circulación desde la plaza Mayor, se encuentra la iglesia arciprestal de San Jaime.
Un buen consejo para una primera visita es hacerse en la oficina de Turismo con una de las guías Paseando por Vila-real, aunque la mejor manera de abrir boca se encuentra en la web municipal, donde existe la posibilidad de hacer una visita virtual por algunos de estos lugares, muy realista, aunque nada puede compararse con conocer todos estos espacios en persona.
