La Associació Amics d'Europa cuenta con 28 años de historia y muchos más amigos en el municipio francés de Montendre, con la que está hermanada Onda desde hace más de 20 años. Todos los años se encuentran ciudadanos de ambos puntos geográficos, ya sea en el Cantón de Montendre o en la localidad de Onda. Los ondenses suelen viajar a mediados de julio, antes de la fiesta nacional del día 14, mientras que los franceses hacen coincidir sus visitas con la Pascua, a caballo entre la fiesta religiosa y la popular.

La asociación, según relata su presidente, Joan Castany, nació por el contacto que tenía un abuelo de Roberto Salisa, que fue refugiado durante la Guerra Civil en esta zona, y allí lo acogieron. Ya en democracia, en una «época estaban de moda los hermanamientos, hubo un romance político y se hermanaron las dos zonas, pero luego predominó el aspecto familiar y cultural».

«Intentamos poner en contacto grupos paralelos, por ejemplo grupos de música, clubes de fútbol...» y muchas de esas relaciones cuajaron, tal y como se demuestra año tras año. De lo más valioso, para Castany, es que «aprendemos a valorar la diferencia». «Los valores, la economía, la historia y la cultura son diferentes, pero nos acogen en sus casas como si fuéramos uno más en la familia». Y cuando ellos vienen, la hospitalidad cambia de bando. «Se han creado vínculos muy importantes», resalta.

El español suele ser la lengua con la que se comunican, sobre todo por razones históricas, y es que el Cantón de Montendre fue el destino de muchos españoles tras la Guerra Civil Española. Y allí se integraron. Además, en Francia los cursos de español también son frecuentes. A pesar de estos condicionantes, «también nosotros nos esforzamos por aprender francés».

Precisamente el intercambio lingüístico es una de las cuestiones que se están intentando potenciar últimamente, tal y como se demostró durante el último viaje a Montendre, donde en una expedición de 45 personas, 23 eran jóvenes de entre 16 y 21 años.

La expedición partió el pasado 12 de julio hacia Francia, donde sus integrantes pasaron los primeros días entre saludos de reencuentro, presentaciones y excursiones por la comarca de Le Charante Maritime.

Sin embargo, Niza, a bastantes kilómetros de allí, sucedía el atentado que acabaría con la vida de 84 personas, lo que supuso un golpe fuerte que marcaría el resto del viaje, que se intentó desarrollar con la mayor normalidad posible.

Al próximo año, serán los amigos de Montendre los que volverán a visitar Onda, y la asociación, abierta a nuevas inscripciones, tampoco cierra las puertas a su crecimiento. Por este motivo, Amics d'Europa, de la que también forman parte personas de municipios del entorno, anima a los ciudadanos a formar parte de la misma si están interesados en los beneficios que contribuye compartir.