En uno de los días que posiblemente registra un mayor número de bañistas al coincidir con la celebración del puente de San Roque, decenas de veraneantes vieron con sorpresa cómo de una gran tubería existente al sur de la playa de Nules se estaba produciendo un vertido de lo que creían que eran aguas fecales. Así lo denunciaron de inmediato a las autoridades, aunque al final resultó que no era lo que parecía.

Según explicó el concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde, Adrián Sorribes, el agua que salió al mar durante la mañana provenía de la marjalería y el vertido no fue más que la consecuencia de un error, al poner en funcionamiento un motor de evacuación que no debería de haber estado en marcha y mucho menos por la mañana de un día festivo. En primer lugar, aclaró que no se trataba de aguas fecales, sino de aguas turbias de la marjal, cuyo color sería consecuencia de su estancamiento. Además, a medio día se confirmó que el vertido había cesado.

Se da la circunstancia de que este motor, que se encuentra en una finca privada y de hecho tiene titularidad privada, protagonizó un acuerdo plenario de hace un par de meses, cuando el ayuntamiento aprobó el acuerdo de cesión de su uso, tras haber llegado a un acuerdo con los propietarios de las instalaciones. Como señaló Sorribes, se acordó esta cesión para que el consistorio tuviera la posibilidad de darle uso «en caso de que se produzcan lluvias torrenciales y avenidas de agua, de manera que tengamos una alternativa de evacuación al mar de la zona de la marjal».

Además, el hecho de que sea el ayuntamiento el que controle cuando se pone en funcionamiento este motor, garantiza que no se produzcan incidentes como el de ayer por la mañana, de ahí que el portavoz del equipo de gobierno explicara que se trató de un error. Al parecer, según pudieron averiguar en cuanto tuvieron conocimiento del suceso, los propietarios de la parcela y las instalaciones del motor en cuestión «tienen contratada a una persona que de vez en cuando acude a segar, dar de comer a animales y remover la tierra», esta persona no sería de Nules, ni siquiera de la provincia de Castellón y realizaría estos trabajos de manera ocasional. Todo apunta a que este empleado decidió ayer poner en marcha el motor para vaciar el sobrante de agua de la tierra «lo que ocasionó el vertido».

Desde el ayuntamiento se trató de contactar con los propietarios de la parcela para pedirles explicaciones al respecto ya que «si negociamos la cesión del motor fue, entre otras cosas, para que no pasaran estas cosas». Con todo, insistió en transmitir tranquilidad a las personas que se bañaban ayer en esta zona de la playa o que lo hacen aquí habitualmente, al descartar con claridad que se tratara de aguas fecales, que fue la primera impresión de los testigos, como denunciaron a Levante de Castelló.