La solución para la convivencia del coto de caza menor y acuáticas de la playa de Nules con los vecinos está regulada por ley. Ésa es la respuesta tanto del ayuntamiento de la localidad, como de la conselleria de Medio Ambiente, que confirmaron tener conocimiento de la existencia de las quejas vecinales respecto a posibles malos usos de los cazadores, en cuyo caso, según señalaron fuentes de la administración autonómica ,«es indispensable que se denuncie oficialmente para que actúe el Seprona, pero no existe ninguna denuncia».

Este extremo fue ratificado también por los vecinos, que aseguraron que se ha hecho llegar un informe documentado hasta Medio Ambiente para que intervenga, pero nunca se ha denunciado porque, según explicó una de las personas afectadas «es muy difícil pillar a los cazadores incumpliendo la ley». Con todo, el informe que remitieron hace casi un año a la Generalitat es bastante concreto, ya que en él se indica que, entre otras cosas «la caza desde zonas de seguridad viene siendo habitual, hasta el punto de que hemos podido observar como algunos disparan desde casas habitadas». De hecho, entre otras irregularidades, se detalla que «al menos seis vecinos de la playa oímos caer la munición encima de nuestras casas, hecho que indica que no se respetan las zonas establecidas y distancias de seguridad, poniendo en peligro nuestra seguridad», hechos que se han puesto en conocimiento de Policía Local y Guardia Civil, aunque sin denuncia formal.

Ante estos problemas, el primer teniente de alcalde, Adrián Sorribes, aseguró que el buen uso del coto estaría en manos de «la concienciación de los cazadores» y comparó este caso con el de las zonas reservadas para la caza del Parque Natural de la Serra d'Espadà. Según Sorribes, la ley establece las distancias de seguridad, los tipos de munición que se pueden utilizar, qué especies pueden o no cazarse en estas zonas protegidas —la marjaleria de Nules lo está por el Catálogo de Zonas Húmedas a de la Comunidad Valenciana. El concejal explicó que «la Policía Local interviene si hay denuncias, así como la Guardia Civil», aunque tampoco precisó qué medidas se estarían tomando para lograr esa apelación a la responsabilidad de los cazadores.

En cuanto a la conselleria, confirmaron que «de vez en cuando se envía a un agente medioambiental», aunque insistieron en que «si existiera una denuncia formal el Seprona podría establecer algún dispositivo de vigilancia», que es posiblemente lo que esperan los vecinos, que insisten en la dificultad de pillar in fraganti a quienes incumplen en el de Nules las leyes que regulan los cotos. La normativa es muy precisa respecto al establecimiento de las zonas de seguridad, que vendría a regular la separación entre cazadores y personas.