El Villarreal no ha comenzado la temporada en el mejor de los escenarios. Un cúmulo de lesiones se han cebado con una plantilla que ha sufrido además el cambio de entrenador, tras la destitución de Marcelino García Toral y la llegada de Fran Escribá, en pleno examen competitivo. La previa de la Liga de Campeones ha llegado en un momento inoportuno. El 1-2 del partido de ida evidenció que el Villarreal está lejos de su tope. El Mónaco es favorito para la vuelta, pero no cabe en El Madrigal lugar para el desánimo. Como dijo el portero amarillo, Sergio Asenjo, el equipo amarillo «está tocado, pero no muerto». Nadie se rinde: «No queda otra que ir a Mónaco a competir, a dar la cara y a intentar sacar un resultado que nos clasifique. Eso es algo que se puede dar porque este equipo ha sido capaz de ganar en campos mucho más complicados y lo puede repetir», aseguró.

Las palabras de Asenjo, uno de los pesos pesados del vestuario, quedan como advertencia. Antes de la vuelta en Mónaco, eso sí, asoma el estreno liguero de mañana en Granada (20.15 horas). «Ahora nos debemos centrar en el empezar la Liga de la mejor manera posible a pesar de que llegaremos tocados en lo físico porque el partido del Mónaco ha sido muy duro y ha estado marcado por el calor», señaló. Calor se espera también en Granada.

Primero, Liga

Descansado, con esa ventaja, aguarda el Granada. Y sin bajas. Paco Jémez, podrá contar para el estreno liguero ante el Villarreal con todos los jugadores de la primera plantilla rojiblanca y también con los futbolistas del filial que han completado toda la pretemporada a sus órdenes.