Convertirse en científicos del aceite por un día fue lo que alrededor de 120 pequeños y mayores hicieron durante la tarde de ayer en la cooperativa oleícola de Viver, en la celebración de su jornada de puertas abiertas. Todo un éxito de participación donde la diversión, el aprendizaje, el aceite de oliva virgen extra y la ciencia jugaron un papel fundamental a la hora de desarrollar esta quinta edición de las jornadas que la oleícola viverense organiza cada verano de manera anual.

Y es que como explicó el director de la entidad, Fernando Marco, la idea de la realización de estas jornadas «es abrir las puertas de la cooperativa, dar a conocer el proyecto, nuestras actividades, nuestros productos y el compromiso con los agricultores». «Queremos que la gente valore el esfuerzo que hay detrás de un producto agroalimentario y reforzar el lema de producir con calidad y comercializar con dignidad, en el que nos estamos basando este año», matizó.

Todo ello en unas fechas en las que la población de Viver aumenta considerablemente y sirve de aliciente de cara a promover entre visitantes y vecinos la arraigada cultura del aceite con el fin de que puedan apreciarla más si cabe.

Este año, los asistentes disfrutaron de una jornada en la que los más mayores conocieron el proceso de elaboración del aceite, mientras que los más pequeños disfrutaron de lo lindo con una tarde de ciencia en torno al oro líquido. Con bata blanca y cual científicos de primer nivel los niños realizaron juegos para apreciar la densidad del aceite poniéndolo en contacto con otros líquidos como agua, alcohol o hielo, elaboraron mezclas para la realización de paté de oliva con aromáticas, emulsiones de las que sacaron el apreciado ajoaceite o disoluciones con la elaboración de ricos granizados de frutas con azúcar. Todo un acierto en el que los niños aprendieron, conocieron el aceite y se divirtieron gracias a esta jornada organizada por la cooperativa de Viver para promocionar uno de los oros líquidos más preciados de España.