Los pitidos que se pudieron escuchar el domingo en El Madrigal en el partido contra el Sevilla han dividido a la afición. Hubo silbidos generalizados, pero también tímidas críticas desde la grada para N'Diaye, Castillejo e, incluso, para Fran Escribá con los cambios realizados en el Villarreal, y hasta Sergio Asenjo se dirigió a la grada gritando «hay que animar» al ver que parte de la afición parecía no estar con el equipo.

Estas primeras muestras de disconformidad por parte de un sector de la grada de El Madrigal ha abierto un debate en las redes sociales. Hay quien cree que es pronto para criticar a los jugadores teniendo en cuenta el cúmulo de lesiones que hay en la plantilla y el poco tiempo que lleva el técnico valenciano en el equipo, pero otros vieron en el primer encuentro de la temporada en el feudo amarillo la mejor ocasión para mostrar su disconformidad con todo lo acontecido durante elverano -la salida de Marcelino, la eliminación de la Liga de Campeones y la contratación de algunos futbolistas-.

«La gente está un poco nerviosa porque quiere saber lo que ha pasado realmente con Marcelino y protestaron de esa forma el domingo, pero creo que los pitos iban más dirigidos a la directiva que no hacia el equipo», explica el presidente de la Agrupació de Penyes del Villarreal (APV), José Luis Alcón.

Es más, el máximo representante de las peñas villarrealenses cree que no hay que darle «mucha importancia y gravedad al tema» ya que considera que ha sido «una protesta puntual» y que considera, por lo que ve, que «la afición sí está con el equipo»

Además de la propia APV, peñas como la Marea Groga también dejaron clara su postura al publicar que «nos preocupa más lo de la grada que lo del césped. La Agrupació de Penyes lo intenta, pero cuesta que El Madrigal anime y los pitos no ayudan».