Alrededor de 50 aficionados a la detección de metales de diferentes provincias de España se dieron cita ayer en la playa Almadrava de Benicàssim para ser partícipes del Día Minelab. La actividad consistió en la búsqueda de los pequeños «tesoros» que la organización había escondido bajo la arena y consistían en unas fichas que contenían premios como detectores, chalecos y accesorios relacionados con la detección de metales. Además, los participantes contribuyeron a que el terreno acotado de playa estuviera limpio de metales.