La Plataforma «No a la MAT» de Castelló retomó ayer su campaña informativa en el barrio Benadresa de la capital de la Plana con el objetivo de informar a los afectados de las «negativas consecuencias» del proyecto de contrucción de una nueva línea de Muy Alta Tensión que cruza la provincia y para animarles a «sumar fuerzas» y detener el proyecto.
Estamos hablando de la intención de Red Eléctrica Española de invertir unos 44 millones de euros en el refuerzo de la red entre Aragón y la Comunitat Valenciana. La compañía trabaja en la instalación de una línea de 400 KW entre Morella y Almassora, lo que supone un trazado de más de 86 kilómetros. Algunas de estas torres pasan cerca de puntos poblados, que es lo que denuncian desde hace meses en la plataforma.
En el caso de Benadresa, como explicaron ayer desde esta entidad, se estima que habrá torres de 70 metros de alto en este proyecto de Muy Alta Tensión (MAT) que se van a quedar a unos 50 metros de sus casas y a 500 del colegio de la zona. A la reunión asistió la concejala Verónica Ruiz, con la intención de escuchar todas las explicaciones y analizar si el consistorio puede dar algún paso para impedir esta presunta afección sobre el barrio.
Aunque partidos como Compromís y plataformas como la de No a la MAT Vilafamés llevan ya meses alertando de las posibles incidencias en el paisaje y en la población, la publicación el pasado mes de abril en el BOE de las parcelas afectadas sorprendió a numerosos propietarios de Almassora, Castelló, Borriol, Sant Joan de Moró, Vilafamés, Vall d'Alba, Les Useres, Culla, Atzeneta, Torre d'en Besora, Benassal, Vilafranca, Ares, Castellfort, Cinctorres y Morella.
Atzeneta acogió a principios de verano la primera de las reuniones informativas, a las que se sumó ayer Benadresa y esta tarde, a partir de las 19.00 horas, Benassal. Juanma Segarra, uno de los representantes de la plataforma, explicaba ayer que «lo que pretendemos con estas charlas es que la gente conozca qué supone el proyecto, sobre todo por la incidencia en la salud de torres que se colocan a menos de 400 metros de los núcleos poblados». Segarra insistía en que se aportan datos científicos, «avalados por profesionales, sin ninguna clase de especulación».
Una de los aspectos que destacan también es que el proyecto recoge instalar torres de hasta 70 metros de alto para transportar energía desde Francia al norte de África, «y lo que en el país galo va de manera soterrada y con un menor impacto, «aquí va en superficie porque les saldrá más barato».
