La polémica sobre la celebración de los «bous al carrer» en Vila-real lejos de llegar a su fin crece con el paso de los días. Tras la difusión este pasado fin de semana de un vídeo en el que un toro agonizaba en pleno festejo taurino, las voces críticas a estos espectáculos no han dejado de sucederse. Asociaciones animalistas, como Gladiadores por la Paz o Amigo con hogar, han hecho público estos días su posición a favor de la abolición de esta fiesta, llegando incluso a instigar una campaña de acoso a los responsables municipales facilitando números de teléfono del consistorio de Vila-real y contactos para mostrar su repulsa.
Desde la Comissió del Bou, su presidente, Pasqual Safont, mostró su indignación porque desde su punto de vista, estos días se habría dado más legitimidad a la versión de los antitaurinos que a la de los organizadores, lo que habría provocado un perjuicio a la imagen de los miembros de la comisión y de la ciudad en su conjunto. Safont defendió que en todo momento se cumplió el reglamento, «hicimos todo lo que pudimos para garantizar el bienestar del toro», al tiempo que destacó que «a nosotros nos ha dolido tanto o más lo sucedido que a los antitaurinos que nos han puesto en el punto de mira».
Safont insistió en que desde el momento en que comprobaron que el toro tenía algún tipo de lesión como consecuencia de una caída fortuita previa, se pidió la presencia de los mansos para trasladarlo de inmediato al corro, como indica el Reglamento, aunque el animal, «por el calor, el cansancio o la lesión» no pudo llegar a su destino y tuvo que ser encordado, momento que captó la cámara de una activista y que provocó la polémica que todavía se arrastra.
Salir a la calle en Vila-real y preguntar a los vecinos por la polémica suscitada por una publicación en Facebook de la futura edila de Compromís, Gemma Gil, en la que mostraba su predisposición a hacer una consulta popular sobre la celebración de «bous al carrer», sólo es garantía de encontrar una diversidad de opiniones, aunque las mayoritarias estarían a favor del mantenimiento de la fiesta, incluso en personas que confiesan no ser aficionadas.
La posición del equipo de gobierno la dejó clara el alcalde, José Benlloch, a través de un comunicado hecho público por el ayuntamiento en el que, entre otras cosas, afirmó que «con todo el respeto hacia todas las opiniones manifestadas por aquellos que no son partidarios del bou al carrer, el uso de este accidente para iniciar un debate de 'toros sí, toros no' es intolerable». Además, consideró «lamentable utilizar un accidente sufrido por un toro en contra de la imagen de toda una ciudad».
