Como una Entrada prácticamente perfecta. Así calificaban ayer los entendidos la segunda de las internacionales Entradas de Toros y caballos de Segorbe, que trascurrió prácticamente a la perfección por todo el trazado de la calle Colón y tan solo mostró un momento de riesgo cuando uno de los toros realizó un amago de salirse de la manada por el lado derecho, a la altura del cruce de la avenida Valencia con la calle Colón, que no fue a más gracias a la pericia del experimentado caballista Baldomero Chova, quien lo recondujo a la perfección hacia el centro de la manada.

Así pues, tras una primera entrada vivida el lunes un tanto desagrupada, la de ayer, en la que debutó uno de los caballistas, el joven segorbino Patxi Guerrero, fue prácticamente una denominada Entrada de manual.

Tal como relató a Levante de Castelló uno de los jinetes participantes, Juan Antonio Calpe, «la de hoy (ayer para el lector) creo que ha salido muy bien. Los toros han salido muy compactados desde arriba, yo he salido en la cabeza y, al ir tan juntos, hasta la altura de Santa María no he ni llegado a enterarme y tocar toro. Durante todo el recorrido los animales han ido agrupados y sin ningún hueco o claro importante, así que muy buena», puntualizo.

Con menos calor que el lunes, aunque con 35 grados de temperatura que registró ayer el mercurio en Segorbe, el ambiente festivo en la capital del Palancia ya se dejó notar. Lejos de los claros de gente del día anterior, las calles Colón y adyacentes se convirtieron en un auténtico hervidero de personas que se congregaron en el recorrido de la Entrada para presenciar la segunda de los encierros segorbinos, el cual fue presidido por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

El estruendo de la carcasa marcó el inicio de este espectáculo ancestral en el que, desde la salida de los toros y el momento de la recogida, en la plaza de los Mesones, los doce caballistas se fundieron con astados y caballos para bajar en un rombo perfecto, que apenas se vio afectado en el cruce de la calle Valencia, en la denominada zona de la Curva. Unos instantes de tensión que fueron resueltos en segundos con gran maestría por el flanco derecho de caballistas, especialmente por el jinete Baldomero Chova, que recondujo al astado de nuevo al centro de la manada, sin mayor percance para enfilar el tramo final hasta la llegada a la Cueva Santa.

Cremallera humana

A su paso, la comitiva animal se abrió entre los miles de espectadores que esperaban ansiosos la llegada de los equinos en medio de la calle Colón apartándose segundos antes a su paso y formando así la ya conocida cremallera humana que año tras año se visualiza en esta apasionante fiesta. Por la tarde, la ganadería navarra de los hermanos Ustárroz, de Arguedas, dio el pistoletazo de salida a la XXXII edición del concurso de ganaderías ciudad de Segorbe. Durante la mañana, y fuera de la Entrada, los servicios sanitarios tuvieron que atender a dos personas, una de ellas por lipotimia una hora antes de la celebración del encierro que cayó desplomada en el recorrido y fue atendida inmediatamente sin mayor problema, y otra, un cuarto de hora antes de la Entrada, debido a una herida producida por una caída en la tribuna.