José Roca y Rafael Montero tuvieron adscritos en su etapa al frente de la CEC dos coches de la organización. La nueva gestora aún no ha tenido tiempo para solicitar las llaves de los mismos, con lo que siguen adscritos a Roca y Montero.
Desde la patronal desconocen si Roca y Montero hacen uso de los mismos, aunque quitan hierro a este asunto porque se tratan de dos vehículos antiguos con más de 10 años de antigüedad. «Este es un tema muy menor con todos los problemas que hay», advierten.
Otros empresarios critican que los coches se han incluido en el balance económico de este año por primera vez. Antes, explican, formaban parte en los presupuestos anuales de conceptos generales y no se concretaba este gasto. Desde la patronal señalan que la cuestión de los coches es una muestra de la gestión en la última etapa de roca y Montero.
La CEC confía en que la auditoría dilucide todos los gastos realizados durante el último año de Roca y Montero.
Cabe recordar que la patronal empezó a perder la confianza con sus antiguos dirigentes cuando saltó hace un año la causa judicial de los casos de formación. A este hecho se sumó luego un agravamiento de la situación financiera de la CEC.
En el mes de mayo dimitió uno de los cuatro vicepresidentes de José roca por «falta de transparencia», una marcha que puso de manifiesto el malestar existente en el seno de la junta directiva. Roca luchó por continuar en el cargo y presentó un plan de viabilidad, pero los empresarios lo vieron inviable y el resto de vicepresidentes le obligaron en julio a renunciar.
Poco después, el procesamiento supuso la puntilla de Montero, que fue cesado por la nueva gestora que asumió las riendas de la confederación empresarial en lugar de José Roca.
