A la cuarta fue la vencida. La desgracia no estuvo del lado del Villarreal B, sino del Sabadell que se marcó un autogol en el minuto 80 que significó el 2-1 en el Mini Estadi. En el descuento llegaría el tercero. Cierto es que el equipo de Paco López mereció marcar antes y por iniciativa propia, por mediación de Manu Torres. Pero estos goles igual cuenta y la escuadra de la Plana Baixa cogió una buena dosis de moral para afrontar los próximos compromisos, tanto los de la Premier League Internacional Cup Sub-21 como de Liga, ya que el domingo próximo rendirá visita al Llagostera.

El filial jugó para encarrilar el marcador en el primer tiempo, pero otra vez los vila-realenses fallaron en los últimos metros. El equipo de Paco López tuvo muy controlado al Sabadell que apenas se prodigó en las proximidades de la portería defendida por Ander Cantero. La escuadra amarilla sí que tuvo dos buenos remates que lamentablemente no acabaron en buen puerto. Las dos protagonizadas por el veterano delantero Carlos Martínez. Cabeceó alto en el minuto 21 y remató fuera en el 42, por escasos centímetros.

Fueron ocasiones claras, como también la brillante acción del cántabro Dani Raba en el minuto 36 que después de sortear a varios rivales conecto un tiro raso que interceptó el arquero vallesano Jokin, cuando se cantaba el gol. Tres oportunidades claras, pero ninguna de ellas acabó con el balón en la red, llegándose al descanso con el 0-0 inicial.

El Villarreal B presentó su mejor once y con alguna novedad. El regreso de Ramiro Guerra al centro del campo y la presencia del delantero uruguayo Franco Acosta, como compañero de Carlos Martínez en la faceta ofensiva. Así que con 0-0 finalizó el primer tiempo. Y más movido fue el arranque de la segunda mitad. En diez minutos dos goles.

Empezó anotando el Sabadell y, como no, a balón parado. Falta lateral que le costó la amarilla a Larrea y el testarazo del central Pol Moreno superó a Ander Cantero.

La alegría vallesana duró tres minutos porque en el minuto 54 un pase de la muerte de Carlos Martínez a Aitor Cantalapiedra acabó con el balón al fondo de las mallas. Volver a empezar con 35 minutos por delante. Lo intentó el filial. Mario González vio como el portero Jokin le sacaba con el pie un gol que parecía cantado (min. 68), pero en el 74 el central Manu Torres rechazó un balón que cogió una parábola que batió a su propio portero. Era el 2-1. El gol para la esperanza. El remate a la buena faena llegó en el descuento (min.91), con un gol de precisión de Carlos Martínez. Fue la sentencia para celebrar el primer triunfo.