Los vecinos de La Vilavella afrontan la recta final de Festa la Vila, las celebraciones populares más esperadas por las peñas de la localidad, así como por numerosos vecinos que están consiguiendo que la característica definitoria de lo que llevamos de festejos sea «la participación», según aseguró el concejal del área, Domingo Rodríguez.

Un buen ejemplo de la afluencia de público a los actos programados por el ayuntamiento se pudo ver en la noche del jueces, en el popular baile de disfraces en el que participaron «un gran número de peñas y grupos de amigos». Como cada año, se concedieron varios premios para los mejores diseños y la originalidad. El primero fue para el grupo Mira quién baile, que realizó una coreografía que mereció la ovación del jurado y del público asistente. El segundo premio lo consiguió el disfraz de Príncipe Alí y el tercero el libro de cuentos, en el que intervinieron muchas familias, representando personajes tan populares como el hombre de hojalata, Cruella de Vil y los dálmatas, el Rey León o Alicia y el conejo del País de las Maravillas. Entre el jurado se encontraban el concejal de Fiestas de la Vall d'Uixó, José Luis Egea, y el primer teniente de alcalde de Nules, Adrián Sorribes.

Pero sin duda, el conjunto que llamó más la atención fue el más improvisado. Según explicó la alcaldesa «decidimos instaurar el premio a la mejor crítica» que fue para la parodia La vaca que ríe, dedicada al último incidente producido en las fiestas: la fuga de una res exhibida en el concurso de ganaderías. En el conjunto no faltaron la vaca huida, los ganaderos, los colaboradores taurinos o la policía, incluso estuvieron representados los caminos Bucaret y Bonifaci, que fue por donde se le perdió la pista, sin duda ingenio de última hora que «merecía una mención».

Aunque sin duda el de ayer fue el día más intenso de las fiestas, dado que se celebraron las populares 24 horas, donde se pone a prueba la resistencia de los peñistas en la recta final de una semana que, «salvo por el incidente de la vaca, está saliendo todo muy bien, por lo que estamos muy contestos, sobre todo por la respuesta de la gente», explicó Domingo Rodríguez. Esta noche está previsto que se celebre uno de los actos más multitudinarios de las fiestas, la cena de torrà, en la que se espera la participación de 1.200 personas. Teniendo en cuenta que la Vilavella cuenta con poco más de 3.000 habitantes, se trata de una asistencia muy relevante, lo que constata la implicación de los vecinos en Festa la Vila.