Los trabajadores de Imepiel, la empresa de la Vall d´Uixó surgida de la mítica Segarra, vivieron en el mes de septiembre de 1991 una intensa etapa de manifestaciones para defender sus puestos de trabajo, y entre las muchas acciones reivindicativas que realizaron la más llamativa fue, sin lugar a dudas, la que tuvo lugar el día 13.

Los más de 700 trabajadores que se trasladaron en autobuses a Valencia intentaron acceder al interior del Palau de la Generalitat para protagonizar un mediático encierro, lo que provocó un duro enfrentamiento con la policía.

Los empleados exigieron, en aquella protesta, el pago de la nómina de agosto y anunciaban que iban a denunciar al propietario, el empresario catalán, Josep Cusí, «por delito social, ya que ha consentido que la empresa se vaya a pique en solo año y medio». Es decir, tras su privatización por parte del Gobierno y con ayudas de la Unión Europea.

Esa misma semana, y en posteriores reuniones con responsables de la Generalitat y de la empresa, el comité de empresa solicitó una salida digna para los trabajadores a través de planes de prejubilación para los mayores de 51 años.