El sector turístico de Castelló ha protagonizado un verano histórico. La ocupación ha rondado el 90 % desde julio a la tercera semana de septiembre y los precios de los establecimientos han subido entre un 7 y un 12 % en este periodo. Sin embargo, la desestacionalización sigue siendo la asignatura pendiente. Las visitas continúan centradas en la temporada estival y los beneficios acumulados en verano no compensan la pérdidas del resto del año. Por ello, el objetivo del turismo provincial es alargar la campaña a los diez meses, según explicó ayer Javier Gallego, presidente del Club de Producto Turístico «Introducing Castelló» y representante de Ashotur, durante la presentación de un balance sobre una expedición promocional a Noruega.

El objetivo de este viaje de prospección es conseguir movimientos de turistas fuera de la temporada de sol y playa, y los agentes de Castelló han mantenido reuniones con operadores medios relacionados con el senderismo, gastronomía, cicloturismo y deporte. «La respuesta ha sido positiva porque en Europa hay una demanda alta y ahora se buscan destinos deferentes. Castelló tiene muchas posibilidades», continuó Gallego, que, sin embargo, afirmó que en el caso de Noruega el principal problema es la falta de conectividad aérea. «Castelló ofrece productos que al mercado interesa, pero hay que resolver la cesión de conexiones aéreas; una compañía para establecerse necesita un flujo de seis meses y una ocupación del 70 %. Si no hay demanda no pone el avión».

Así, apuntó que, aunque el turismo provincial ha protagonizado un año «récord» por al alta ocupación y subida de precios en verano, no se pueden lanzar las campanas al vuelo en cuanto a rentabilidad. «Aumentan las tarifas en verano pero bajan en invierno porque no hay demanda», sostuvo Gallego, que afirmó que las acciones de promoción que realiza Castelló aspira a ampliar la temporada hasta los diez meses. Ahora, recordó, se prolonga hasta los ocho meses en el mejor de los casos. Además de afectar a la cuenta de resultados, Gallego resalta que esta circunstancia también dificulta la contratación de profesionales, ya que un trabajador tiene derecho a paro si cotiza nueve meses, con lo que muchos, añadió, prefieren otros sectores. De ahí que Castelló centre su promoción en atraer turismo fuera de verano.

Vuelos con Polonia

El presidente de «Introducing Castelló» avanzó que negocian con dos operadores de Polonia para fijar en el aeropuerto de Vilanova una línea a partir de 2018. Señaló que en principio pretenden operar con un vuelo semanal entre julio y agosto y los empresarios de Castelló quieren que se amplíe a mayo.

Respecto a Noruega, sostuvo que las grandes compañías aéreas de países descartan por instalarse en Castelló, pero destacó que hay posibilidades con firmas de vuelos chárter y con convenios con aeropuertos pequeños del país escandinavo.

Cruceros de lujo

Gallego agregó que Castelló tiene poco atractivo para los grandes cruceros de 3.000 pasajeros, pero remarcó que tiene potencial para ser destinos de barcos de lujo de 300 cruceristas que suelen fondear entre dos y tres días.