«Castelló de la Plana y Vila-real, con una tasa de criminalidad que se sitúa por debajo de 32 infracciones penales por mil habitantes, son dos de las ciudades más seguras de España (que tiene una tasa media de 43), con el hándicap de ser ciudades situadas en el corredor mediterráneo, donde existe una gran movilidad delincuencial, clima adecuado, turismo, alta inmigración y otras condiciones favorecedoras de la criminalidad». Así lo afirmó el comisario jefe provincial de la Policía Nacional de Castelló, Jorge Manuel Martí, con motivo de su intervención en el ciclo «Violencia y novela negra» que organiza el CEU y que se inauguró ayer, coincidiendo con el Día Internacional de la Paz.

Además, Martí abordó la lucha contra los delitos tecnológicos que, según apuntó, pasa por la especialización de los policías. «No todos los policías son investigadores» y, por ello, «hay que profundizar en la figura, ver cuáles son las habilidades, formación y selección de cada uno de ellos para saber quiénes son los destinados a la investigación del crimen, en un modelo cada vez más especializado y compartimentado»,apuntó. «En general, cuando se piensa en un investigador público, se piensa en un policía pero, no todos los policías son investigadores», añadió.

Asimismo, Martí señaló que dentro de lo que es el territorio nacional, «hay un modelo policial muy disperso, que no consigue solucionar una obsoleta y superada Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, publicada en 1986, ya que no todas las policías dentro de España tienen capacidad, competencias ni formación para la investigación».

Por otro lado, en la conferencia también intervino el sub inspector de policía y jefe de los delitos informáticos, Pere Cervantes, quien abordó los nuevos delitos tecnológicos que están por llegar de manera inminente, esto es Internet. «Todo estará conectado a la red y eso va a crear nuevas modalidades delictivas para las que grupos como el GIT ya se está preparando», apuntó el sub inspector.