La Diputación de Castelló solicitará ayudas a la Unión Europea para reforzar la vinculación entre el turismo y el sector agroalimentario. Las ayudas de la UE se destinarían a adecuar los centros de producción agroalimentarios para que puedan recibir a visitantes.

La institución provincial trabajará para convertir el turismo en una herramienta de desarrollo para el sector agroalimentario de la provincia tras conocer la realidad de este sector al alza en el I Foro Europeo de Turismo Gastronómico celebrado esta semana en Castelló.

El diputado de Desarrollo Rural y responsable de la marca Castelló Ruta de Sabor, adelantó «la intención firme de esta institución de solicitar fondos europeos con el objetivo de propiciar la adecuación de los centros de producción de productos agroalimentarios de la provincia. Ligar el sector agroalimentario al turismo es una enorme oportunidad para dar al interior, especialmente, mayor potencial de crecimiento», según fuentes de la diputación.

La propuesta, surgida durante la exposición de proyectos por parte de diferentes agentes públicos y privados del sector en la jornada internacional y tras un jornada de trabajo con representantes de Partenalia, permitiría «ligar la gastronomía al desarrollo territorial a través del turismo». «Nuestro territorio, desde el mar hasta las montañas, se ha convertido por merecimiento propio en una despensa variada y de calidad que debemos aprovechar en todas sus vertientes para generar oportunidades de crecimiento, riqueza y empleo en nuestra provincia», argumentó Roig a la hora de explicar el porqué de esta nueva vía de trabajo provincial.

El diputado responsable de Desarrollo Rural explicó que «a día de hoy, y a diferencia con lo que sucede en otros puntos de España y la Unión Europea, la mayoría de nuestros centros de producción están construidos para producir pero no para recibir visitantes». «Es por ello que -añadió- si conseguimos la financiación necesaria para que nuestros productores locales puedan adaptar las instalaciones a la llegada de visitantes tendrá un impacto notable no tan solo como refuerzo para los propios empresarios sino como elemento multiplicador de su efecto positivo sobre el territorio».

Roig recordó que este año más de 20.000 personas han visitado los pueblos a través de las jornadas y ferias gastronómicas y destacó que el impacto social supera el millón de euros.