Almassora continúa a pie de cañón con sus fiestas. En las calles se respira un gran ambiente festivo y la gran propuesta de actividades al aire libre consigue captar la atención de los vecinos del municipio. La solemnidad marcó el día de ayer, en el que Almassora rindió honores a la Mare de Déu del Roser. La misa solemne, que tuvo lugar en la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora, comenzó a las seis de la tarde. En ella, la reina de las fiestas, Marta Gargallo estuvo acompañada por las damas Laura Brisach, Aida Calero, Laura Falcó, Andrea Leva, África Martínez y Ana Moliner.
También lo hicieron en la procesión posterior que una vez más, vistió de gala las calles del municipio. Al finalizar el recorrido, una gran traca con un remate de fuegos artificiales puso el broche de oro a la jornada del domingo.
No obstante, la devoción compartió escenario con la magia. Y es que durante la tarde se iniciaba el primer Festival de Magia al Carrer Almacadabra, que contó con el espectáculo de magia Miguelillo y Olé, quien hizo disfrutar a los más pequeños de la casa, llenando sus ojos de ilusión.
Unos momentos encantadores que seguro se repiten durante el día de hoy, ya que la plaza España acogerá en este caso el segundo espectáculo de este círculo mágico. En este caso será la actuación de Eric Mago en el espectáculo Mag Magia. Aunque este espectáculo llenará de alegría el municipio, no será el único que conseguirá que los vecinos de Almassora salgan a la calle a disfrutar de sus fiestas. El teatro Naïf de la residencia municipal de la tercera edad acogerá durante la mañana del lunes la actuación del músico y cantante Felipe, en conmemoración del XV Aniversario de la residencia.
Como de costumbre, será a primera hora de la tarde cuando Marta Gargallo, Reina de las Fiestas y su Corte de Honor salgan desde la Casa de la Cultura, acompañadas por las peñas y collas para dirigirse a la Vila, donde se dará suelta a dos astados. También habrá tiempo para una demostración de repostería, todo ello como preludio al cierre de la jornada, que tendrá lugar con los esperados «bous embolats».
