Hablar con José Manuel García Prades Josema (Vinaròs, 1979) es hacerlo con un emblema del extinto Playas de Castellón FS. El que fuera un ídolo en el Ciutat de Castelló lleva desde 2008, año en el que tuvo que retirarse a nivel profesional por una dolencia cardiaca, viviendo en Barcelona con su familia y trabajando en labores administrativas en un centro educativo. No se ha despegado del todo del fútbol sala y mata el gusanillo entrenando al equipo del colegio o jugando con los amigos. En todo este tiempo se ha sacado el Título de Entrenador Nivel 3 y no descarta sentarse en un banquillo profesional algún día.

«Nunca lo he descartado. Jugadores que en su día fueron compañeros y técnicos amigos siempre me dicen que tengo madera de entrenador, pero de momento no se me ha despertado esa inquietud de volver a la elite», reconoce.

Josema se formó en Vinaròs, pero pronto le ofrecieron formar parte de un proyecto ilusionante que ponía en marcha Ximo Bel en el Proyastec Benicarló. Le hicieron una oferta para competir en Primera Nacional B y se marchó (1995-99). Aquel equipo fue cada año a más: se subió a Primera A, se fichó a Miki de entrenador y se consiguió llegar a División de Honor. Sus actuaciones allí llamaron la atención de la dirección deportiva del Playas, que lo incorporó a sus filas en la temporada 1999-00. En su primer año de albiazul, Josema ganó la Liga y la Copa Generalitat. Luego jugó dos años cedido en el Valencia Vijusa y el Playas lo recuperó en 2002, completando seis temporadas y media más.

Un sueño cumplido

«Cuando fiché por el Playas con 18 años me quedé absolutamente impresionado por la afición que tenía el club y la pasión por este deporte que había en la ciudad. Teníamos una plantilla de primer nivel, el 90 por ciento de nuestros jugadores eran internacionales por su país y jugar en el Playas era el sueño de todo jugador. Era lo máximo», dice.

En su etapa en el club de la capital de la Plana también ganó una UEFA Futsal Cup (2003), una Copa de España (2002), una Supercopa (2004) y otra Copa Generalitat (2004) pero, pese a los éxitos, Josema -que fue siete veces internacional con España- siempre ha creído que «faltó tranquilidad» para mantenerse en la élite y conseguir logros más importantes: «Nunca se ha dejado trabajar bastante al Playas. Cada año se cambiaba de entrenador, de sistema y de jugadores y eso, al final, generaba dudas».

De lo que no tiene ninguna duda es de la gran labor que realizó Agustín Poyatos, quien reconoce que le trató «como a un hijo». «Tengo un recuerdo imborrable de él. Era un líder y el Playas fue lo que fue gracias a él», apostilla.

El 23 de octubre de 2008 Josema anunciaba, acompañado por Pepe Miquel, su retirada del fútbol sala profesional: «Hubiera podido aguantar, pero los médicos me recomendaron que no lo hiciera porque la lesión se podría agravar, así que entre mi familia y yo tomamos la decisión de dejarlo. Creo que más difíciles que la decisión en sí fueron los días siguientes. Cuando te detectan la enfermedad tienes un tiempo para asimilarlo, pero más duro fue no poder jugar. Era lo que había estado haciendo durante los últimos diez años y, perderlo de un día para otro, cuesta», añade.

Josema, que había empezado su carrera con 16 años, lo dejó con 29 y lo hizo con una cuenta pendiente: «Lo único que me ha quedado pendiente con el Playas es haber luchado por salvar al club en un momento crítico, en el que las cosas empezaron a ir mal. El Playas era el club de mis amores y me habría encantado poder ayudarle, devolverle todo lo que me había dado. Eso, y haber ganado la Copa Intercontinental».

Hoy en día, aquel club que fue un símbolo en el fútbol sala y levantó numerosos títulos ya no existe, pero Josema sigue muy de cerca las evoluciones del Bisontes Castelló FS, entidad que trata de recuperar aquella esencia. El cierre vinarocense tiene claro que algún día volverá a la capital de la Plana, donde mantiene grandes amistades, y confiesa que «iría encantado» si le ofrecieran entrenar. «De todos los entrenadores que he tenido he aprendido algo. De Miki aprendí a jugar y a disfrutar del fútbol sala, de Padú la competitividad, de Tino el sacrificio y de PC, Marcos y Fran Torres toda su experiencia». Con esos maestros, a buen seguro que Josema será un gran entrenador.