José Luis Trápaga es uno de los diamantes en bruto de la cantera del Villarreal. Lateral derecho cántabro de Polanco que toca madera cuando se habla de lesiones porque lo vivido la temporada pasada no se lo desea ni al peor enemigo. La campaña en curso (2016-17) ha empezado bien. Atrás quedan las horas y horas de rehabilitación, viendo a sus compañeros batiéndose el cobre desde la grada. Ahora es diferente. Vive los partidos con mucha pasión a ras de césped. «Poco a poco me vuelvo a encontrar», comenta. «Llevo un año muy duro, sufriendo mucho con las lesiones. Ahora me encuentro muy bien y feliz, con la idea de ir mejorando poco a poco», agrega. En los dos últimos encuentros el cántabro ha estado a un gran nivel certificando que la odisea de la campaña anterior ya es historia.

Llegó a la cantera del Villarreal en verano de 2012 procedente del Racing Club Santander. Es natural de Polanco, donde nació un 21 de mayo de 1998. Antes del calvario de las lesiones era habitual en los escalafones inferiores de la selección española. Ahora solo centra su atención en la Liga con el conjunto vila-realense. «Nuestro objetivo es quedar primeros en la Liga. Veremos cómo transcurre la temporada. De momento vamos por el buen camino», dice el futbolista polanquino. Trápaga se trabaja la titularidad en el lateral diestro con el valenciano Christian Mascarell.

Mejorar sus registros

La campaña anterior, la 2015-16 (con el Roda de División de Honor), solo pudo disputar 14 partidos (979 minutos y una amarilla) resultado de las pequeñas lesiones y correspondientes recaídas. Un calvario. En el presente curso liguero ha jugado en las cinco primeras jornadas de Liga, y contabiliza 389 minutos (y dos amarillas). «Este Villarreal es muy sólido atrás. Sólo hemos recibido un gol en cinco partidos. Y delante tenemos a gente con mucho gol y ahí también somos letales. A todo ello, el trabajo que está haciendo todo el equipo es impresionante», explica José Luis Trápaga.