La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas inició hace unos días los trabajos de reforma de la Residencia Lledó, que presentaba informes negativos desde 2012 en cuanto a la evacuación de los residentes en caso de incendio.

Se trata de una primera fase en la que se acometerán las obras de un baño geriátrico en la 1ª y la 2ª planta y además se crearán dos sectores de incendio en cada planta con un vestíbulo de independencia intermedio.

Según apuntan desde el departamento que dirige la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, esta intervención es de suma importancia porque «si se da una situación de incendio, se realiza la evacuación de la planta siniestrada en horizontal, pasando a los usuarios de un sector peligroso a otro a través de puertas resistentes temporalmente al fuego, suficiente para evacuar con seguridad a los usuarios y esperar la llegada de los bomberos».

En cuanto a los residentes, desde la conselleria se ofreció el traslado de forma voluntaria y provisional a otro centro concertado mientras durasen las actuaciones, pero, de momento, tan sólo un residente se ha trasladado al domicilio familiar, permaneciendo el resto en el emplazamiento original.

En la siguiente fase se dotará también de un baño geriátrico en la 3ª y 4ª planta, dotando a la residencia de 4 baños de estas características. La normativa establece que haya un baño geriátrico cada 100 residentes, pero desde la conselleria se ha decidido que haya uno por planta para mejorar la atención de los residentes, ya que la mayoría de ellos son grandes dependientes.

Más allá, en la tercera fase se llevará a cabo la remodelación de la cocina, los vestuarios, la zona de acceso y las zonas polivalentes, así como los baños adaptados de las habitaciones para adecuarlo todo a la normativa vigente.

Aunque el presupuesto de obras no está cerrado será inferior al de la reforma integral del centro, que era de 2.592.551 euros.