El Villarreal B es reincidente porque ya ha tropezado varias veces con la misma piedra: la del descuento. En la prolongación el equipo de Paco López ha perdido una barbaridad de puntos y ayer no fue menos ante un Badalona que ya dio varios avisos antes de establecer la igualada en el marcador cuando ya pasaban tres minutos y veintisiete segundos del tiempo reglamentario. Disgusto monumental. Los vila-realenses dejaron escapar vivo a un conjunto escapulado que regresó a tierras badalonesas manteniendo su condición de invicto.

Todo fue bonito, idílico, en el arranque. A los 9 minutos el filial amarillo, que había saltado al terreno de juego hecho un ciclón, encontró recompensa en goles a sus continuas llegadas al área escapulada. El primero a los 6 minutos anotado por el joven central Pau Torres, que remató a la red una falta lateral. El segundo tres minutos después con un robo en el centro del campo y pase de Dani Raba a Carlos Martínez que con temple engañó a Morales, uno de los mejores arqueros de este grupo de Segunda B.

A pedir de boca. Y lo cierto es que gustó y mucho el equipo de Paco López con veinte minutos primorosos de juego rápido y vistoso. Luego se plantó el Badalona y mostró sus armas, las de la fuerza y la garra. Un bloque sólido, un equipo con kilos y centímetros. Encima a la fiesta se unió el árbitro balear Pedro Sureda Cuenca que no anda para muchos trotes. Después del trallazo al larguero del capitán Felipe Alfonso, que a punto estuvo de significar el 3-0, el colegiado se sacó de la manga un penalti que afortunadamente envió fuera el central Aleix Coch, en el minuto 24.

Estaba crecido el Badalona y en el minuto 31 puso el 2-1 por mediación de Aleix Coch que enmendó la plana al penalti errado. Así se llegó al descanso, con el partido muy abierto y complicado. En la reanudación el Villarreal B salió con ganas de ampliar la ventaja, pero no era fácil desbordar a un equipo con las hechuras que tiene la escuadra badalonesa. Idas y venidas y el encuentro nada decidido.

Remontada visitante

El Badalona iba dando señales de que no quería perder su condición de invicto y llegó a la recta final apretando la portería de Ander Cantero. El portero navarro que salvó el 2-2 en el minuto 82 con una tremenda estirada a un cabezazo del lateral Moyano. El balón salió desviado.

A todo ello, el filial amarillo tuvo el 3-1 en una acción con remate a la red de Mario González, pero el colegiado cobró posición antirreglamentaria y dejó a los castellonenses sin su tercer tanto. En los últimos compases la grada aplaudió y animó a los muchachos de Paco López para ayudar a sumar la segunda victoria consecutiva, pero en el minuto 93:27 una escapada de Marc Serramitja logró empatar el partido y dejar el premio en un punto.