Una anécdota que compartió Toni Royo en el discurso de aceptación del premio ejemplifica de dónde viene y qué ha conseguido el valencianismo político, entre otros gracias al propio Royo. El premiado se referió a Vicent Ventura, cuando en un viaje de Valencia a Gandía paró a un autoestopista. El joven le contó que era nacionalista y Ventura dio media vuelta, fue a casa de Joan Fuster en Sueca y le dijo: «Este chico es nacionalista y no lo conocemos».

Acaba usted de recibir el premio a valenciano del año y las muestras de cariño y agradecimiento están siendo constantes, ¿cómo se encuentra?

Agradecido, emocionado, desbordado... y sobre todo, lo que me abruma es que toda la vida he estado organizando cosas de este tipo y claro, cuando eres tú el implicado, la sensación es extraña porque estoy acostumbrado a estar entre bastidores, organizando ahora has de salir tú, ahora has de hablar tú...por tanto en estos momentos te sientes desbordado, aunque completamente satisfecho evidentemente.

¿Qué siente, un hombre que ama tanto al país como usted, al formar parte de los prohombres valencianos como los que figuran como premiados: Fuster, Esteller, Joan Francesc Mira, Enric Valor, Matilde Salvador...?

Esta relación para mí son maestros y personas que he admirado toda la vida, y ahora de alguna manera compartes un poco uno de los muchos honores que ellos recibieron con todo merecimiento. Está claro por edad que no podré ser ya como ellos, que detrás viene otra generación que hemos de trabajar lo que ellos han sembrado, aunque también es verdad que hemos tenido la suerte de llegar a una época en la que las cosas van mejor, a pesar de todo. Esto lo tenemos un poco encarrilado, sobre todo en los últimos años en los que se ha demostrado que el País Valencià no era solo aquella imagen que se estaba dando lamentable en todo los sentidos, sino que había un caldo de cultivo por debajo, una llama que ahora se está notando. Es en ese sentido en el que entiendo el reconocimiento, más que en lo puramente personal. Lo entiendo como un reconocimiento a una generación que hemos estado luchando y hemos tenido que hacer una auténtica travesía del desierto y que estamos dejando a las nuevas generaciones un país más encaminado para que puedan llevarlo a los objetivo de libertad y de lengua que hemos tenido y que hemos predicado. Hemos tenido que hacer una especie de apostolado y afortunadamente tenemos muchos discípulos..

El valencianismo político que ahora ha accedido a las instituciones se reconoce como hijo del movimiento que, entre otros, usted ayudó a activar.

Sobre todo porque el valencianismo lingüístico o cultural nunca estuvo desvinculado de esa reivindicación política. Esta claro que no se puede normalizar una lengua sin entrar en las escuelas, o en los medios de comunicación...y eso equivale a un salto directamente político. Siempre tuvimos claro que el valencianismo cultural y el político eran dos caras de una misma lucha.

El valencianismo, más allá de una mayor visualización, ¿se está quedando sólo en una reivindicación cultural?

Nuestra obligación, desde el nacionalismo cultural y desde la sociedad civil, es continuar aguijoneando. Es decir, estos días lo he estado comentando con motivo del Correllengua. No se puede pensar que como ahora gobiernan los nuestros, ya nos podemos ir a casa. En absoluto. Ahora gobierna gente cercana y por lo tanto tenemos la obligación de recordarles continuamente que han de seguir trabajando más y más. Comprendo que cuando se está en el gobierno y los problemas se multiplican y son muchos, a veces puedes tener la tentación de olvidarte de algunos parcialmente. Por eso estaremos ahí para recordarles que la lengua en la escuela ha de estar arriba, la necesidad de una televisión en valenciano. La lengua y todo lo que hay detrás de ella a nivel cultural tiene que ser omnipresente. Tenemos que estar ahí para que no se duerman. Creo que el paso es del enfrentamiento anterior a estar aguijoneando y recordando para que no se duerman.

¿Cómo se siente con el hecho de compartir premio y reconocimiento con el Aplec dels Ports?

Evidentemente es un honor porque yo lo he visto, en la larga trayectoria, nacer y multiplicarse. Le he visto también en un momento en el que ya no ha hecho falta que desde otras instituciones les ayudáramos. Ahora es al contrario; ya no les tienes que decir que en una comarca llamada Els Ports van a celebrar un Aplec...ahora es al contrario: la gente simplemente pregunta: ¿Sabes en dónde toca este año el Aplec?