Hoy se cumplen cien días desde que el entrenador Frank Castelló tomó posesión del cargo de técnico del Castellón y los cimientos de la entidad se tambalean por los cuatro costados. Han pasado algo más de tres meses desde la llegada de este buen técnico abalado por sus conocimientos y como el resto de inquilinos rápidamente fue puesto en la picota. El actual fue cuestionado a raíz de los tropiezos de inicio de Liga. Salvó un match ball tras superar al Buñol en Castalia con más goles (2-0) que fútbol. Pese a ello, está en la cuerda floja. Desde el club se sigue con lupa lo que hace y también lo que dice. Todo mientras sales a la palestras noticias de impago del presidente a empresas que empiezan a preocupar a los jugadores, hasta la fecha al margen de todo. Castelló durará en el cargo el tiempo que lo estime oportuno David Cruz.

Frank Castelló morirá (futbolísticamente), cuando le toque, fiel a sus principios futbolísticos, eso que en pretemporada eran uno y que ahora han variado notablemente. De ampliar lo ancho del terreno de juego del estadio Castalia para tocar y jugar, cual equipo plagado de súper estrellas, a dar un giro y para ser resultalista. Antes eran los resultados y ahora la sombra los problemas económicos del club que en breve pueden afectar a la plantilla es otro todo de lidiar para el entrenador valenciano. «Si eso se produce será un problema grave», advirtió el técnico.

Él y la plantilla están preocupados

En los últimos días han aparecido noticias que están preocupando a la plantilla y también al entrenador. Relacionados con la posibilidad de que los impagos del club a FACSA o a la empresa encargada de la resiembra del césped de Castalia. Cuestionado ayer Frank Castelló sobre cómo han sentado estas noticias al vestuario, el técnico dijo que «cómo no van a tener dudas (los jugadores). La preocupación llega y existe. De la misma forma estamos esperanzados de que los de arriba (David Cruz) lo puedan solucionar. Así se lo dijo el presidente a los capitanes en la reunión que mantuvieron hace dos semanas. Les comentó que tengan paciencia porque todo se iba a solucionar».

Castelló dijo que «he vivido situaciones así, de dejar de cobrar en diciembre, y se pasa mal. Hay gente que depende del fútbol. Afortunadamente en estos momentos el equipo está centrado en jugar y ganar. Eso lo debe tener presente la afición»

Capear el temporal

Cien días han transcurrido para ver visto como la cantera ha vuelto a ser maltratada. «Yo no miro el DNI cuando hago las alineaciones. Si son jóvenes y valen, conmigo jugarán», dijo a finales de julio en una entrevista a Levante de Castelló. Pues el DNI no lo mirará, pero ha prescindido de la cantera, y los pocos que quedan están con ganas de irse porque se han dado cuenta de que no van a jugar con el técnico de Bocairent.

Ahora el conjunto albinegro respira. Ha sumado trece de los quince últimos puntos. Pero desde arriba el dedo acusador de Cruz y Moya siguen apuntando al entrenador que sabe que algo se está moviendo. En el campo del Torrevieja, tras ganar 0-3, no quiso ni comparecer ante los medios de comunicación. Cien días se cumplen desde su llegada y ahora afronta el mes más duro para el entrenador albinegro.

Los próximos días, semanas y meses serán decisivos. El presidente David Cruz se mantiene enrocado en su cargo y ganando enemigos con el paso de los días y con las decisiones que toma. Tiene muy pendiente a la afición, al primer equipo y al fútbol base.