La gestora de la Confederación de Empresarios de Castelló ultima el presupuesto de este ejercicio tras la abrupta salida de José Roca de la presidencia y de Rafael Montero de la secretaría general y ahora espera salvar el concurso de acreedores. Fuentes de la patronal explicaron que la CEC espera cobrar unas cuantías pendientes en próximas fechas que les evite la entrada en la antigua figura conocida como suspensión de pagos, una situación que complicaría la continuidad de la organización.
La CEC se encuentra en estos momentos en preconcurso, una fase previa con la que negocia con proveedores y acreedores. La gestora parece que ve algo más de luz y su idea pasa por finalizar el preconcurso antes de que acabe este mes. Para el jueves de la próxima semana ha convocado a la junta directiva para informar del estado actual de la CEC dos meses después de relevar a Roca.
Empresarios consultados por este diario indicaron que el jueves la gestora presentará el presupuesto de 2016 y que mostrará su desacuerdo con la propuesta de reformulación planteada por Cierval.
La situación sigue siendo delicada y la auditoria de 2015 sigue pendiente «porque cada día no para de aparecer un papel nuevo«, señalan desde la CEC. Además, cabe tener en cuenta que el caso judicial por el presunto fraude en ayudas públicas de cursos de formación podría acarrear nuevos pagos a la patronal castellonense. Debe por este motivo medio millón a la Cierval, que asumió este abono al Consell ante la falta de liquidez de la CEC, y en el proceso judicial está implicada la entidad como subsidiaria de los cursos de formación. Están procesados el ex secretario general, Rafael Montero, otro exdirectivo, tres empresarios, la CEC y Cierval.
Sin embargo, el concurso de acreedores ya no se ve inevitable tras el adiós de Roca y Montero. La normalización de la salud financiera reforzaría a la patronal en las negociaciones que mantiene con Cierval, que pretende reducir el peso orgánico de las patronales de Alicante y Castelló y convertirlas en unas especies de sucursales de Valencia.
Desde la confederación de empresarios sostienen, además, que el modelo de reestructuración que propone Cierval tampoco garantiza la solvencia económica de la organización, ya que, según remarcan, elude un recorte en el aparato burocrático y continúa ligando el funcionamiento de la patronal autonómica excesivamente a las subvenciones públicas. «Habrá más ingresos con la incorporación de nuevas empresas pero en cuatro días habrá el doble de personal», reiteran las mismas fuentes.
La gestora, integrada por cinco directivos, asumió el mando el pasado 28 de julio en lugar de Roca, quien llevaba en el cargo desde 1987. El 8 de agosto, la junta directiva destituyó a Rafael Montero de la secretaría general y nombró a Germán Belvis. Montero continuó como empleado a pesar de carecer de funciones hasta que el pasado 15 de septiembre renunció a su puesto sin cobrar indemnización.
