El alcalde de Vila-real, José Benlloch, reconoció ayer que el ayuntamiento acumula una deuda con proveedores de 1.100.000 ? que se corresponderían con 1.096 de facturas sin consignación presupuestaria, pero que tendrían que ver con «servicios fundamentales» para el funcionamiento del municipio que si no se han pagado hasta ahora era «porque no teníamos dinero».
Una vez más, como viene sucediendo de manera especial los últimos seis meses, José Benlloch recurrió a la bajada del IBI que se aprobó en 2014, a las sentencias urbanísticas y al lastre económico que supone cada año la gestión de las basuras para justificar que no exista liquidez en la tesorería municipal para hacer frente a los compromisos fundamentales, lo que habría motivado la deuda acumulada con proveedores. De hecho, llegó a afirmar que «sabíamos que con el presupuesto no llegábamos al mes de junio», y de ahí que se anunciaran una serie de medidas de ajuste entre las que se incluía la subida del IBI que se aprobó en el pleno celebrado a principios de semana.
Con todo, Benlloch aseguró que «vamos a asumir el riesgo» de pagar ese 1.100.000 ? en un plazo máximo de mes y medio teniendo en cuenta que el ayuntamiento va a recibir dos ingresos con los que no se contaban. Por un lado una sentencia a favor en un pleito que el consistorio le ha ganado a la Generalitat Valenciana sobre la Biblioteca Universitària del Coneiximent, que Vila-real tuvo que poner en marcha sin que la conselleria asumiera los dos millones que se comprometió a aportar. La sentencia obligará al Consell a abonar esta cantidad al municipio y con eso cuenta Benlloch, aunque reconoce que el pago no sería inmediato. Pero también está garantizado un aumento de los ingresos por el impuesto de construcciones, que podría pasar de los 200.000 previstos, a cerca de 600.000 euros.
Pagos en contra de Intervención
Por otra parte, el alcalde de Vila-real admitió que el pago de estas facturas se realizará con «informes en contra de Intervención», dado que lo que se pretende hacer es «adelantar los remanentes de abril, porque de lo contrario la gente no cobraría hasta el mes de mayo del año que viene». Esta decisión ha sido consecuencia de «con responsabilidad, hacer números y asumir el riesgo» atendiendo a la convicción de que, teniendo en cuenta la liquidez que proporcionarán estos dos ingresos imprevistos, «para que esté el dinero en el banco, que lo tengan las empresas».
La interpretación de esta información ha sido muy distinta desde la oposición. El Partido Popular calificó de «escándalo» que el alcalde «después de negarlo en varias ocasiones, confirme que se debe dinero a más de 500 empresas». El portavoz popular, Héctor Folgado, criticó que «aunque siempre está buscando excusas de mal pagador, la realidad le desmiente». Por este hecho, calificó al alcalde de «irresponsable» porque «desde 2014 está gastando más dinero de lo que ingresa». En cuanto a Ciudadanos, su portavoz, Domingo Vicent, manifestó que es una buena noticia que el alcalde anuncie el pago a los proveedores, aunque matizó sus declaraciones diciendo que «esperamos que no sea otra cortina de humo para tapar el desastre».
