La empresa Jabones Beltrán ha sabido adaptarse a las necesidades que marcan los nuevos tiempos sin perder su esencia: la elaboración de un producto artesano de gran calidad a partir de las mejores materias primas. Lo que comenzó en 1922 como una pequeña empresa familiar dedicada a la producción de jabón se ha convertido en un referente en la elaboración de productos ecológicos en el sector de la limpieza y la higiene personal.

"La empresa nació en Xert cuando tres hermanos decidieron fundar una fábrica de jabones que producía diferentes tipos de pastillas de jabón para lavar a mano y jabón potásico, que se usaba y se sigue usando como quitamanchas", explica Mara Beltrán, directora comercial de la compañía.

Según recuerda, "la empresa estuvo en Xert hasta los años 40 pero, al aumentar la producción, se decidió trasladar la fábrica primero a la calle Barrachina de Castelló y luego, ya en los 90, a Almassora".

Los años 60 y la aparición de las primeras lavadoras marcaron un punto de inflexión en la historia de la empresa, que comenzó a adaptar sus productos a las necesidades de los nuevos tiempos. «La mayoría de jabonerías comenzaron a fabricar detergentes para lavadoras, que era lo que antes de llegar a España ya estaba funcionando en Europa», comenta Beltrán. Según remarca, "la diferencia es que mientras que para fabricar jabón se utilizan aceites naturales o grasas, para los detergente se emplean productos químicos derivados del petróleo que, además de ser más sencillos de conseguir en una época de escasez, son más baratos de producir".

Sin embargo, Jabones Beltrán decidió optar por adaptar su jabón natural para que pudiera ser usado en lavadora, primero moliendo su jabón natural para comercializarlo tanto en escamas como en polvo y luego fabricando jabón líquido. Un producto que, al estar basado en aceites naturales como el de coco, entre otras ventajas hace innecesario el uso de suavizante. "Además de proporcionar suavidad natural a la ropa, se reducen los problemas de alergias o sensibilidades en la piel", explica Mara Beltrán.

De hecho, la compañía ha desarrollado una gama especial de detergentes sin perfumes ni químicos y colabora de forma estrecha con una asociación de Afectados por Sensibilidad Química Múltiple de Valencia.

"En 2011 desarrollamos la gama de jabones para la ropa con certificación ecológica Biobel, que cuenta con el aval de un sello especialmente exigente en cuanto a la calidad de los ingredientes y la trazabilidad", asevera Beltrán. Ello convirtió a la firma castellonense en la primera empresa de toda España en fabricar detergentes ecológicos certificados.

Además la compañía, cuyo jabón potásico de la línea Castalia Bio también se emplea en la agricultura como insecticida natural, trabaja en este momento en el desarrollo de unas pastillas de jabón cosmético artesano que también llevarán el certificado ecológico.

Responsabilidad social

Jabones Beltrán, que también ha lanzado al mercado su propia gama de productos de limpieza como multiusos, limpiacristales, limpiahogar o pastillas para el lavavajillas, trabaja desde hace varios años con iniciativas de banca ética y suministros de energía responsable, además de colaborar activamente con diferentes ONG.

"Las capas superiores y laterales de producto que quedan como retal cuando se cortan las pastillas de jabón las donamos trimestralmente a entidades como Cáritas o Cruz Roja, además de a diferentes ONG que nos solicitan para llevarlas a los diferentes países donde trabajan", comenta Beltrán.

Según remarca, "nuestro objetivo como empresa es mantener esa esencia de producto natural, elaborado de forma artesanal, muy cuidado y de mucha calidad, porque eso es lo que nos ha permitido seguir adelante durante tantos años en el sector de la jabonería y nos ha diferenciado de los demás".