Ha realizado más de tres mil horas de vuelo de las que más de dos mil han sido en el caza EF-18. Ahora, ha conseguido lo que muy pocos militares logran. El castellonense Francisco González-Espresati, de 57 años, ha sido ascendido a General de Brigada destinado como jefe a uno de los principales aeropuertos militares: la base aérea de Torrejón de Ardoz. Como jefe, tiene que garantizar la seguridad de esta base por la que cada día pasan más de 35.000 personas. Tras tomar posesión de su nuevo cargo hace apenas unos días, González-Espresati cuenta en esta entrevista lo que supone para él este ascenso en su carrera profesional.
¿Qué ha supuesto para usted este ascenso?
Es a lo máximo que uno aspira cuando entra en la Academia General del Aire. No todo el mundo llega hasta aquí, solo un 10 por ciento de cada promoción consigue ascender a general y, haberlo conseguido, es todo un orgullo. Durante el proceso de selección las pruebas fueron muy satisfactorias pero no llegué a imaginarme que de los quince candidatos sería yo el elegido.
¿Qué tareas están ahora bajo su mando?
Dirigir todas las actividades de una base aérea por la que cada día pasan más de 35.000 trabajadores. El apoyo logístico y el trabajo de mantenimiento de las pistas, la torre de control y las instalaciones son las tareas más destacadas, además de garantizar la seguridad de la base.
Siendo su padre militar de tierra, ¿por qué usted se decantó por el ejército de aire?
Por curiosidad. Siempre habían atraído los aviones y volar. De adolescente empecé a interesarme por el ejército de tierra, por mi padre, pero, después de hacer el servicio militar, me decanté por el aéreo.
¿Cómo defendería la necesidad de tener un ejército ante quienes se muestran contrarios a las fuerzas armadas?
Es una cuestión de seguridad. Si España recibe un ataque, las fueras armadas están para garantizar la seguridad. A raíz de los atentados del 11-S existe una amenaza real de que nos puedan atacar por aire y es nuestra responsabilidad que eso nunca llegue a ocurrir. Ante la amenaza terrorista aérea hay planes específicos para los que nos preparamos y entrenamos con el objetivo de evitar que lleguen a perpetrarse. Los pilotos están entrenados por si, algún día sucediera „esperemos que no„ puedan dar una respuesta rápida por la seguridad de la población.
¿Qué otras funciones refrendan al ejército?
También realizamos misiones de apoyo humanitario. Actualmente estamos trabajando en África en colaboración con Francia. Y también colaboramos en temas de inmigración. Por ejemplo, en Libia y Egipto tenemos desplegados aviones que colaboran en la búsqueda de barcas que llevan inmigrantes para rescatar a la gente. Por todo ello, creo que la necesidad de que España tenga un ejército está cada vez más reforzada.
¿Piensa en volver a Castelló?
Siempre. Nunca he dejado de ir. Mis padres todavía viven allí y suelo ir en Navidad y verano. No olvido mi tierra.
