El especialista en Farmacología, Toxicología y Análisis Instrumental de la empresa concesionaria de la Generalitat Catalana, Fernando Valero Cervera, imparte hoy a partir de a las 12 horas en el Centro de Postgrado, Consejo Social y Escuela de Doctorado de la UJI un seminario dedicado al control de la calidad del agua de consumo.

La conferencia se enmarca dentro del ciclo de seminarios organizados por la Cátedra FACSA de Innovación en el Ciclo Integral del Agua de la UJI imparte con el fin de dar a conocer las novedades en el sector.

El agua de consumo se suministra en continuo a través del sistema de abastecimiento, por lo que su control de calidad no puede hacerse por lotes, como con el resto de alimentos. Así pues, en la mayoría de casos se dispone de los resultados analíticos después de su consumo por la población. Este modelo de control actual, basado en la legislación vigente es cuestionado desde hace años. Para resolver este escenario, se ha propuesto un nuevo enfoque basado en la implantación de los Planes Sanitarios del Agua, que se basan en la evaluación de riesgos, y posterior control en continuo, de todo el abastecimiento, desde la captación hasta el punto de entrega al consumidor. De esta manera el abastecedor conoce y controla todo el sistema, mientras que los análisis que actualmente se hacen, servirían para comprobar que el control es correcto, retroalimentarlo y modificarlo si es fuese necesario.

Los Planes Sanitarios del Agua provienen de los trabajos de la OMS de finales de los años 90 cuando se dirigen a solucionar el problema de calidad de los abastecimientos de países del tercer mundo. Su posterior desarrollo confirma que el control retrospectivo actual aplicado en los países desarrollados, podía substituirse por un modelo preventivo, más eficaz que entronca con el análisis de riesgos que se aplica a la industria alimentaria.

Diversas recomendaciones habían propuesto la inclusión de los PSA en la legislación de aguas de consumo, pero sin conseguir su regulación final a nivel europeo. En países como Australia o Nueva Zelanda, se habían ya desarrollado e implementado. En otros casos, han sido abastecimientos concretos que han desarrollado sus propios PSA sin esperar a su regulación.