Morella y la comarca de Els Ports atraparon a Ricardo Miravet en los años 60 por la riqueza de su patrimonio histórico hasta el punto que, el conocido como uno de los organistas y compositores más prestigiosos del mundo, decidió instalarse en ella. Tras ello, Miravet conoció el castillo-fortaleza de La Todolella que se encontraba en un lamentable estado ya que, convertido en granja de pollos, estaba en ruinas y en venta.
Con gran sacrificio económico, y gracias al entusiasmo de su mujer, Livia, lograron comprarlo y restaurarlo. Esta labor les llevó 50 años de vida pero lograron realizar una restauración que, en palabras del arquitecto responsable de patrimonio de la Generalitat Valenciana en Castelló, Arturo Zaragoza, «es la mejor rehabilitación realizada en un castillo de toda la comunidad».
Ahora, el elegido alcalde de la Todolella en 2015 por las filas del PSPV-PSOE, Ricardo Miravet, ha decidido dejar por testamento el Castillo de municipio de la comarca de Els Ports, a sus habitantes, donación sujeta a la creación de una Fundación (Fundación Livia y Ricardo Miravet) que deberá velar para que este patrimonio recuperado «no sea objeto de transacciones comerciales ni de utilización venal o vejatoria».
Su gran labor por recuperar y conservar el patrimonio cultural valenciano fue ayer reconocida por el President de la Generalitat, Ximo Puig. Un homenaje llevado a cabo por parte del gobierno valenciano que valora, de forma especial, la cesión del castillo de Todolella, propiedad de Ricardo Miravet, a los vecinos de esta localidad.
Un ejemplo para los valencianos
Puig calificó a Miravet como un ejemplo para los valencianos y aseguró que representa «lo mejor de la humanidad». «Su testimonio quedará siempre presente a través de esta donación del castillo, que él compró y rehabilitó, al pueblo de Todolella»,declaró. «Sus valores son los que deberían acompañar a los valencianos, unos principios que tienen que ver con la solidaridad, la igualdad y la libertad y que ahora, a través de esta donación, Ricardo nos transmite», explicó el President.
Asimismo, lo situó como una figura necesaria para el «renacimiento» de la Comunitat Valenciana. «Hemos pasado tiempos difíciles y por eso necesitamos levantar nuestra hipoteca reputacional y avanzar en la igualdad, porque de eso depende el futuro de nuestra tierra», explicó al respecto.
Además de alabar la gran labor realizada por Miravet, el President de la Generalitat quiso destacar la importancia del castillo, ahora rehabilitado, para la reactivación del turismo en la zona de la comarca de Els Ports, y garantizó la colaboración de la Generalitat para la puesta en marcha de este proyecto.
«Es un castillo con capacidad de convertirse en un recurso turístico de primera dimensión, ya que es uno de los mejores conservados de toda nuestra área geográfica», explicó.
El legado de Ricardo Miravet
Ricardo Miravet nació en Córdoba (Argentina) en 1930, y está considerado como uno de los organistas y compositores más prestigiosos del mundo.
Su carrera como concertista internacional le llevó a viajar por Europa, Canadá, América Latina, Tailandia y Filipinas.
Desde 1959, Miravet aprovechaba sus periodos de vacaciones para visitar las tierras de sus antepasados españoles, y además de dar conciertos, reunía documentación acerca de la organería histórica española. Esto le llevó a visitar Cataluña, Aragón y la Comunitat Valenciana.
En 1964 llegó a Morella para conocer el órgano centenario de la Basílica Arciprestal de la capital de Els Ports, y decidió instalarse en esta comarca castellonense. Además de la compra y restauración del castillo-fortaleza de Todolella, Miravet también fue el encargado de finalizar la restauración del órgano de Morella en 1995. Señalar que el órgano de la Basílica Arciprestal de Morella (1720), obra de Francisco Turull, cuenta con 3.963 tubos sonoros y es el órgano histórico más importante de la Comunitat Valenciana, así como uno de los más relevantes de España. Además de restaurar el órgano, Ricardo Miravet fue el impulsor del Festival Internacional de Música de Órgano que cada año se celebra en Morella desde hace 23 años.
