¿Hay vida después de la muerte? La respuesta, más allá de las creencias que proponen las distintas religiones, sigue siendo un misterio. Lo que parece biológicamente seguro es que en Alcudia de Veo el difunto podrá convertirse en árbol, o al menos, formar parte de su naturaleza.
El ayuntamiento de esta pequeña localidad de la Plana Baixa ha iniciado los trámites para reformar sus antiguos viacrucis y cementerios, ahora en desuso, y alojar en estos últimos las cenizas de los difuntos en urnas que contienen semillas de plantas o árboles. El proyecto, según cuenta su alcaldesa, Eugenia Villar, surgió de la típica conversación sobre los diferentes modos de enterramientos que envuelven al ser humano, «y una chica propuso las urnas que permiten plantar un árbol en las cenizas».
Estos recipientes, que son biodegradables, contienen los restos de la persona fallecida y la materia orgánica suficiente para que con su mezcla se genere naturaleza, y la primera edil pensó en aplicar esta idea en los dos viejos camposantos que tiene el pueblo, uno en la propia Alcudia y otro en la pedanía de Veo.
Los dos viejos cementerios no se utilizan desde hace años, y pensaron en revitalizar este entorno. «Pero claro, allí no podíamos colocar cualquier cosa», por lo que la posibilidad de reformar el interior de sus perímetros de «pedra en sec» sin variar demasiado su finalidad última parecía razonable.
El consistorio ya se ha puesto en contacto con unos arquitectos para qué diseñen el proyecto, y la Universidad Politécnica de Valencia, según apunta la alcaldesa socialista, también se ha sumado a esta iniciativa en la que poco a poco se definirán algunas cuestiones relativas a su uso o tipo de especies vegetal.
En estos terrenos todavía hay restos de viejos antepasados, por lo que tras obtener los permisos necesarios «intentaremos quemar sus restos, y el árbol más grande, dedicarlo a ellos».
Mantenimiento
Los árboles y el camposanto deberán tener un mantenimiento, por lo que el servicio tendrá un coste para la familia. En este momento también se está estudiando abrir esta posibilidad a personas que no estén empadronadas en el pueblo, aunque en ese caso el precio sería diferente.
El presupuesto global tampoco se sabe a ciencia cierta, aunque Villar espera que los planes de empleo ayuden a que el proyecto vea la luz. De momento, aceptación tiene. El consistorio anunció el proyecto en facebook en una fiesta tan señalada como Todos los Santos, y los comentarios a su favor y los «me gusta» crecen por momentos.
