La concejalía de Cooperación e Integración de Vila-real ha creado un nuevo protocolo para ayudar a los centros educativos a detectar y confirmar los posibles casos de acoso escolar. El concejal del área, Álvaro Escorihuela, anunció ayer la creación de esta nueva herramienta que se suma al programa de Convivencia en las aulas, que realiza la Policía Local, que proporciona a los docentes una serie de cuestionarios para usarlos con profesores y alumnos en el momento en el que se registra una sospecha de posible caso de acoso escolar, con el objetivo de confirmarlo y actuar.

«Aunque Vila-real no ha registrado ningún caso especialmente grave, el acoso escolar es un tema que nos preocupa, ya que constantemente vemos noticias muy duras de lo que ocurre cuando el problema no se trata a tiempo», señaló Escorihuela.

Por ello, en colaboración con la Asociación El Porc Espí, se ha elaborado un material especial, compuesto por un cuestionario para alumnos y profesores, que ya se ha repartido a todos los centros educativos y cuyo funcionamiento ya se ha explicado, mediante el cual, los profesores podrán detectar con exactitud cualquier caso de acoso.

«Con esta incorporación reforzamos la política de mediación iniciada con el proyecto Mediem, cuya finalidad es utilizar la mediación como herramienta de prevención a medio y largo plazo», explicó el edil, «el nuevo protocolo da un paso más allá y permite conocer con exactitud si en algún aula se está produciendo algún caso para poder tratarlo».

Intentar que los alumnos hablen

La presidenta de El Porc Espí, María Emilia Mundina, explicó que los cuestionarios están pensados para «abrir» a los alumnos, ya que «cuando hay una sospecha de un caso de acoso, suele ocurrir que los alumnos asediados sufren un bloqueo emocional y se callan, por lo que resulta muy difícil hacer que cuenten lo que les ocurre, igual que pasa con sus compañeros, que ejercen como espectadores».

Por ello, el documento que se les facilita ayuda a «detectar a tiempo algunas conductas de acoso, ya que en muchos casos los adultos somos los últimos en enterarnos y a veces puede ser demasiado tarde». «No podemos permitir que se le amargue la infancia o la adolescencia a un alumno por no ser capaces de ver lo que ocurre», sentenció.

Así, aunque Mundina aboga por la mediación para prevenir estos comportamientos y transformar la sociedad en la que vivirán los jóvenes de la actualidad, señaló que esta nueva herramienta «será de gran ayuda para el presente y si se confirma un caso, no se optará por la mediación, que ya no tendrá ningún sentido, puesto que es algo a largo plazo y para cuestiones puntuales, sino que se derivará al protocolo establecido por la Conselleria, que actuará en consecuencia con los agresores».

El documento que se entregará a los estudiantes únicamente cuando haya una sospecha o amenaza de acoso hacia alguno de ellos, incluirá preguntas sobre la convivencia general en el centro; sobre su situación personal; si se sienten contentos con los compañeros en clase; si tienen amigos en clase; si hay conflictos en el aula, y si observa o detecta situaciones de violencia directa o indirecta, física o verbal.