«Me quedé viuda y no sabía cómo sacar adelante a mis cinco hijos. Las empresas que compraban mi café me daban poco dinero y no podía pagar el colegio. El comercio justo me proporciona un precio justo por mis cosechas y ahora mus hijos tienen un futuro mejor». Es Violet Byammishisga, de Uganda, que gracias a Intermón Oxfam ha logrado incorporar la palabra dignidad a su vida.
Café, una de las bebidas más consumidas en el mundo. Sólo con comprar el que vende Intermón Oxfam, sólo por 19 céntimos más que otro café más comercial, se consigue que campesinos y campesinas de África, Asia o América Latina tengan un salario mínimo, una atención médica adecuada y una educación como toca. Simona Basile, coordinadora de Comercio Justo en la Comunitat Valenciana, destaca la labor que realiza Oxfam Intermón desde hace ya más de 60 años en España para luchar contra las desigualdades, por los derechos de las mujeres, contra el hambre, para dar respuesta a las emergencias o por el comercio justo.
La emblemática ONG lleva unos 15 años asentada en Castelló, con un grupo de unos veinte voluntarios y voluntarias que transmiten de forma clara cuántas personas harían falta como ellos para que la solidaridad estuviese repartida por todo el planeta. Es el caso de la propia Simona, o de Marta, Isabel y Salud, algunas de las voluntarias que todos los días atienden a los castellonenses desde el espacio que, desde hace tres años, les cede para poder vender sus productos la librería Babel, sita en la calle Guitarrista Tárrega de la capital de la Plana.
Dos son los principales ámbitos en los que se mueve la organización: el comercio justo y la acción ciudadana. Simona Basile destaca la implicación y esfuerzo de los compañeros de Castelló, «que pese a ser pocos hacen una labor extraordinaria por sensibilizar y llegar a más personas». Oxfam Intermón intenta, sobre todo, tener presencia, como en el Rototom, en la UJI o en charlas en los colegios. «Trasladamos nuestra filosofía para que la gente sepa que los productos que vendemos, que son de extrema calidad, sirven para mejorar la calidad de vida de muchas personas.
Un ejemplo es el café Tierra Madre, que se elabora en Nicaragua y Uganda. Es cultivado por mujeres y los beneficios que se obtienen «contribuyen a que la titularidad de las tierras pasen también a la mujer, lo que les permite tener acceso a un crédito y abre las puertas para que las mujeres que trabajan en los cafetales puedan ser más independientes, pasen a ser dueñas de sus vidas», comenta Basile. Y es que el comercio justo consigue que no haya intermediarios y que los beneficios repercutan directamente en las cooperativas y, en definitiva, en las comunidades que las acogen.
Aunque pueda chocar a más de uno, grandes superficies como Carrefour, Alcampo o El Corte Inglés van dejando espacio a productos del comercio justo de Intermón Oxfam. «Nos acerca a más gente, nos visibiliza, y eso es importante porque cuanto más vendamos, más beneficios aportamos a los que lo necesitan». Simona Basile destaca también el apoyo cada vez mayor de instituciones como el Ayuntamiento de Castelló, que hace unos días recibió el reconocimiento de Oxfam Intermón por su decisión de adherirse a la campaña de Zonas Libres de Paraísos Fiscales (ZPLF).
Detalles para bodas y empresas
Desde la tienda que tienen en la librería Babel de Castelló ofrecen una gran variedad de productos artesanos y de alimentación, todos de una calidad elevada. «El que viene repite», señalan las voluntarias. Uno de los campos que están abriendo ahora es el de ofrecer la posibilidad de encargar detalles de empresa, ahora que llega la Navidad, o que sean por ejemplos los bombones y chocolates de Oxfam los que se conviertan en el regalo de boda para los invitados. Aquí aparece la historia de Marta, voluntaria en Castelló, que se acercó a la tienda para encargar detalles para la boda de una amiga y desde entonces es voluntaria de Oxfam Intermón. «Además de dar un detalle de calidad contribuyes con un proyecto solidario», señala. La ONG, pese a la crisis, sigue en plena actividad gracias a personas como Isabel o Salud, que asegura estar más motivada si cabe que cuando empezó hace 8 años.
