iva el Betis, manque pierda. Bueno, pues por esta vez, mejor manque pierda, porque su rival de ayer necesitaba la victoria como el respirar, porque de seguir llenando de oxígeno los pulmones se trataba, después de unos cuantos partidos ya bailando en la cuerda floja, ese baile que acostumbra a acabar con la piñata en duro suelo. Los últimos partidos los ha afrontado el Villarreal como quien acude enmanillado, allí donde no gusta de ir. Otro partido, con otro rival, no importa quien, sin saber siquiera que le está pasando al submarino amarillo, qué ha sido de aquel equipo que le endosó cinco goles al Celta de Vigo, sin que sepamos por qué, aunque alguna cosa ya nos ronda entre las neuronas. Entre otras, esa formidable dependencia del entrenador Escribá y no de Balaguer, por lo de las rotaciones al por mayor, hasta siete u ocho en la alineación del jueves pasado, en que se le regalaron los tres puntos al equipo turco. A estos turcos les planto yo un equipo construido a base de apaños y aunque de entre cinco hombres que forman la defensa le pegue un tijeretazo de cuatro, más otros tres o cuatro más arriba, el Villarreal es un equipo con un nombre en Europa y a los turcos ya les metimos dos en el partido de allá con lo que no hay cuidado. Sí lo había, tanto, que de no ser porque dos futbolistas doctorados ya cum laude, digo de Trigueros y Soriano, ninguno es delantero, cuando se dieron cuenta de que el equipo no estaba sino para sopitas y buen caldo, decidieron que si lo colectivo seguía sin funcionar, hora era de echar mano de lo individual para sacar a flote a una nave que ni a remos. De modo que Trigueros, primero y Soriano, después, digo uno en la primera parte y otro en la segunda, decidieron que el equipo necesitaba serenidad y buenos alimentos para comenzar a retornar a ser quién fue. El primero resultó ser el de Talavera de la Reina, a quién Lopetegui le sigue negando el pan y la sal, el que desde fuera del área de los sustos, entendió que debía probar, armó la pierna derecha en carrera y largó un pelotón que se fue abriendo poquito a poco en busca del ángulo izquierdo del portero, por donde se metió con vitola de golazo. El otro, ya en la segunda parte fue parecido, pero el ejecutante era otro que tal ,es decir, el Soriano italiano siempre dispuesto a soltar algún regalo envenenado para el portero de los otros que después del remate largo y desde fuera, fuerte, tan fuerte, que el meta bético, que es bueno solo acertó a olerlo cuando lo tenía dentro. A partir de ese instante, el Vila-real se dio cuenta de que el partido tenía ya poco que coser, de modo que se dedicó a dominar la situación y no como hasta entonces, en que cualquiera que tuviera el balón, sobre todo los laterales, se habían dedicado a retrasar la bola cada vez que era de su propiedad, no fueran a cagarla, de arriesgar, que aquí nos conocemos todos. De modo que si perdió el Betis es porque había ganado el Villarreal que, o mucho me equivoco o con este triunfo buena parte de los nervios acumulados se los puede llevar el viento. Veremos.

En el momento de redactar estas líneas, el partido entre el Sevilla y el Barça va empatado a uno, con lo que el Villarreal es tercero y ya quisieran?Todo y lo ocurrido hasta ahora, desde el partido ante el Celta, como queda dicho ahí arriba, han sido nervios después, adobados con alineaciones de lo más pintorescas, ante rivales que no lo eran, pintorescos, digo, lo que ha llevado al Vila-real a dejarse poner en peligro su progreso en el campeonato más lucido después de la Liga y que aprovecharé la ocasión para decir que acaba de dejar en la caja registrador del Villarreal, algo más de dieciséis millones de euros, correspondientes a lo que ha caído del organismo que distribuye la pasta y por eso es tan preciso que los partidos que quedan por jugar ahora los ganen estos chicos, porque de lo contrario no habrá primas, de manera que no les interesa hacerse el bobo.

Tengo un vecino de localidad que todos los domingos se fuma un Cohiba. Él me dice que estos puros -los señala - son obsequio de un familiar que, puesto que no fuma se los regala y él se toma la molestia de fumarlos para devolverle la atención al familiar, lo que está muy bien, porque parece como si ahora con tanta modernez es como si se hubieran reservado buena parte de los modales. Esto lo cuento, porque tal vez distraído por las volutas del Cohiba, el vecino no se dio cuenta de que el autor del primer gol, que abrió el melón del partido lo había conseguido Trigueros a quien el amigo tiene en un altar.

Creo que el Villarreal ha recuperado una parte de su autoestima, en la misma medida que ha soltado el lastre de esos partidos que le habían salido mal, lo que se hubiera podido trasformar en un socavón más o menos hondo. La victoria sobre el Betis, ya digo, ayudará en la recuperación, así en la liga como en la Liga Europa a condición de que los futbolistas y el dueño del banquillo recuerden que los experimentos, con gaseosa.