El presidente del CD Castellón, David Cruz, sigue sumando opositores. El ayuntamiento de Castelló anunció ayer en un comunicado que estudia desalojar al club del estadio municipal de Castalia, tras no alcanzar un acuerdo para renovar el convenio expirado el pasado 30 de julio y ver cómo el club negaba el domingo el paso a los aficionados a la zona del aparcamiento de Tribuna, en la previa del encuentro que midió al equipo local con el Recambios Colón de Valencia.

La alcaldesa Amparo Marco, la vicealcaldesa Ali Brancal y el concejal de Deportes Enric Porcar mantuvieron una reunión de urgencia con los servicios jurídicos municipales para estudiar la situación. Club y ayuntamiento no han llegado a un acuerdo para renovar el convenio de uso del estadio. El consistorio considera inasumibles las condiciones planteadas por el club: la cesión de Castalia durante veinte años. Los incidentes acaecidos el domingo, en los que el club mantuvo cerrado el acceso a Tribuna a socios y aficionados, han precipitado la decisión. En el conflicto, el ayuntamiento se posiciona a favor de «la afición y la plantilla». Jugadores y cuerpo técnico emitieron la semana pasada un comunicado contrario a la gestión del presidente, tras el despido de tres futbolistas, donde mostraban además su preocupación por la situación del club.

Dinámica problemática

En las últimas semanas, se han sucedido salidas de empleados y dimisiones de consejeros. El club, adeudado y en Tercera, necesita un giro económico para salir adelante.

Por todo ello, el ayuntamiento asegura en su nota que «está trabajando para garantizar la continuidad del equipo emblema de la ciudad y conseguir que la situación llegue a buen puerto». En paralelo, la afición sigue manifestando su oposición a Cruz, que no ha acudido a los últimos partidos del equipo. Ayer el presidente fue increpado por varios aficionados a la salida de la Ciudad de la Justicia. Estaba citado para uno de los múltiples frentes judiciales que acosan al club. En este caso, no alcanzó un acuerdo con el exentrenador Ramón María Calderé, al que debe 13.000 euros.

El domingo, antes del partido, la plataforma Salvemos al CD Castellón había convocado una concentración para mostrar su disconformidad por la gestión presidencial, su apoyo a la plantilla tras los últimos acontecimientos, y su preocupación por el futuro de la entidad. Como la convocatoria estaba fijada en la zona del aparcamiento de Tribuna, el club decidió cerrar el acceso principal a esa parte de la grada. El conflicto se originó cuando, a apenas quince minutos del inicio del encuentro, la puerta seguía cerrada y varios aficionados pidieron sin éxito acceder a su localidad de abono. La tensión fue en aumento hasta que un grupo de seguidores rompió el cordón que montaban las fuerzas de seguridad del club, y entraron al estadio tras un forcejeo. El encuentro se desarrolló con normalidad mientras en la grada se sucedían las protestas hacia el palco: pancartas, cánticos y una multitudinaria pañolada.

Riesgo

El cierre del acceso principal a la Tribuna, que puso en riesgo la seguridad de los presentes, ha acelerado los movimientos en el ayuntamiento, que estudia las vías para iniciar el expediente de resolución del convenio, por expiración de plazo, y proceder, en ese caso, al posterior desalojo.