Si hay dos futbolistas en la plantilla del Villarreal de los que me alegro personalmente de sus éxitos, estos son Manu Trigueros y Sergio Asenjo. Dos jugadores normales, con lo que apetece ir a tomar algo o a cenar. Dos tipos idolatrados, a lo que no se les ha subido a la cabeza el éxito y que crecen temporada a temporada a base de trabajo, sacrificio, entrega y solidaridad. Dos futbolistas que han entendido qué es el fútbol, qué lo rodea, cuánto dura, qué conlleva, qué te puede dar, qué te puede quitar y, sobre todo, hasta dónde te puede llevar. No muchos pueden decirlo.

Dos buenas personas que se ganan la vida dándole patadas a un balón.La primera información sobre Sergio Asenjo me la dio mi compañero de profesión Hugo Condés. Cuando le pregunté por el portero y por su lesión me dijo. «Sergio es un crack», y de la lesión?. «olvídate, lo que puede conseguir él, no lo consigue nadie». Pensé que me vendía una moto, y varios años después he de reconocer que no le faltaba razón. Asenjo es un trabajador nato. Que le digan a alguien que tras dos lesiones de rodilla lograría ser a estas alturas de competición Zamora de la categoría e internacional. Sin duda, Asenjo es un ejemplo en todos los sentidos.

Entiende la profesión, sabe que es importante como jugador lo que se hace dentro y fuera del campo. Un ejemplo, es de los pocos que tiene contratada una empresa que le lleva la comunicación y me consta que muy eficientemente. Sabe que hay que ser un buen tipo dentro y fuera de los terrenos de juego... Y Asenjo lo es. Y si no puedo dejar de decir cosas buenas de Sergio, lo mismo me ocurre con Trigueros. Dicen que una persona es reflejo de la educación que le han otorgado los padres. A los de Asenjo no los conozco, pero a los de Manu sí, y no me extraña que el de Talavera de la Reina sea tan buen tipo. Tranquilo, educado, agradable...al margen de gran futbolista, un tipo familiar, lejos del esteriotipo de fútbolista galáctico, pero tan bueno como el que más.

Una simple conversación con su padre Manuel ,y sobre todo, con su madre Lupe, es suficiente para saber por qué «el profe» es así. Un tipo normal. Un futbolista extraordinario.Para todos los chavales que algún día quieren llegar a ser jugadores galácticos, Sergio Asenjo y Manu Trigueros son el mejor ejemplo a seguir. No les perdáis la pista, llegarán lejos en el fútbol y fuera de él. En mi equipo que no falten nunca.