En apenas dos semanas, David Cruz ha conseguido que su situación al frente del CD Castellón haya pasado de complicada a insostenible. El presidente ha logrado quedarse sólo contra todos, ha visto como muchos de sus aliados se han alejado de su influencia y ha abierto enfrentamientos directos con el técnico, Frank Castelló, la plantilla, la afición albinegra y el ayuntamiento de la capital de la Plana.

Los sucesos del pasado domingo en el acceso a Castalia de los aficionados, antes del comienzo del duelo contra el Recambios Colón, ponían fin a una semana de continuos desencuentros, por parte del mandatario albinegro, con distintos actores del entorno del club. Ahora habrá que ver cómo se enfrenta Cruz a esta situación asfixiante y cuáles son sus próximo movimientos.

Sin apoyos en la gestión

La imagen del palco en el encuentro del pasado fin de semana expresa a la perfección la soledad a la que se enfrenta David Cruz. El secretario técnico, Saúl Suay, y el componente de la comisión deportiva, Ximet Badimón, fueron los únicos representantes institucionales en el duelo ante el Recambios Colón.

Hace dos semanas, Juan Carlos de Celis, el consejero delegado encargado de gestionar el fútbol base, presentaba su dimisión y tampoco seguirá como directivo Lino Sanchis. Cruz se ha quedado sólo con José Cano-Coloma, Andrés Fernández y Alfonso López como únicos apoyos en el Consejo de Administración.

Conflicto con el vestuario

La última semana también ha servido para abrir un nuevo enfrentamiento con el vestuario. Los despidos por «motivos deportivos» de Arturo Navarro, Borja Gómez y Alberto Ramos provocaron la reacción de la plantilla que, mediante un comunicado, mostró su «disconformidad» y expresó «la intranquilidad reinante en el vestuario por todos los acontecimientos que se están produciendo de manera encadenada en las últimas semanas».

Además, el apoyo de Frank Castelló a sus jugadores sólo consiguió alimentar el desencuentro entre el preparador albinegro y David Cruz. Desde hace meses, el presidente tiene en el punto de mira al técnico por sus declaraciones y, por el momento, sólo los buenos resultados han conseguido que Cruz no tenga una excusa para justificar su destitución.

Desafío a la afición

También ha incrementado su nivel de tensión el conflicto con los aficionados albinegros. El pasado domingo, la concentración organizada antes del partido contra el Recambios Colón, para protestar por la gestión de Cruz, finalizó con la entrada a la zona de Tribuna de los socios por la fuerza ante la oposición de la seguridad del club a dejarles entrar, a menos de 10 minutos de arrancar el duelo.

Este hecho, unido al comunicado publicado por el club el lunes en el que convertía la protesta pacífica en «manifestación ilegal» y culpaba a los aficionados de los incidentes, sólo ha conseguido ahondar en la brecha abierta entre Cruz y los seguidores albinegros. Unas diferencias que parecen imposibles de solucionar para encontrar cierta paz social en este ámbito del club.

Posicionamiento del consistorio

Los incidentes del pasado domingo antes del partido en Castalia, también han conseguido que el ayuntamiento se posicione de manera pública en contra de David Cruz. El pasado lunes, el consistorio anunciaba que estudia la manera de desalojar al club de Castalia, después de no alcanzar un acuerdo con Cruz para renovar el convenio de cesión del estadio, que expiró el pasado 30 de junio, y afirmó apoyar a «afición y plantilla» en los conflictos abiertos por el presidente.