El Ayuntamiento de Navajas está desde hace poco más de un mes sin secretario, después de que el titular que durante más de 20 años ha estado desempeñando las funciones de secretario interventor, Antonio Paredes, solicitase el traslado al ayuntamiento granadino de Freila. Con este traslado la plaza ha quedado vacante a la espera de que la secretaría quede cubierta y alguien coja las riendas para ayudar a solucionar la delicada situación de quiebra económica en la que el consistorio se halla sumido.

Desde ayer es el funcionario de mayor antigüedad del consistorio el que desempeña las labores de secretario accidental, asesorado y guiado por el secretario de Teresa, hasta la llegada de la persona que concurse para el puesto. Así lo confirmaron desde el equipo de gobierno de Alternativa por Navajas quienes aseguraron que, «desde que lo supimos hemos estado en contacto con las entidades provinciales y autonómicas para que nos orientasen en cómo actuar de modo que perjudicase y paralizase lo menos posible el funcionamiento del consistorio». Además, el ayuntamiento publicó en el colegio de secretarios la vacante e hicieron varias entrevistas a personas interesadas pero han declinado la oferta de trabajo.

Aún así, lo cierto es que la falta de secretario ha mermado considerablemente el ritmo de trabajo habitual del consistorio. Tanto es así que Navajas ha tenido que posponer la celebración de dos plenos. Además «también hay cuestiones importantes que deben resolverse en el menor tiempo posible de cara a recibir subvenciones, el tema de los POYS o cuadrar los presupuestos de 2016 que requieren del trabajo del secretario y que ahora no se está pudiendo desempeña».

Pérdida de confianza en Paredes

Alternativa por Navajas, que celebrará el domingo una asamblea para explicar al pueblo la situación, afirmaba ayer en un comunicado haber perdido la confianza en el trabajo de Paredes por cuestiones fundamentales.

Prueba de ello es que «el consistorio habría llegado a estar 10 años sin presentar las cuentas; no se ha tenido en cuenta la fiscalización de los gastos, ni se ha informado de ello al pleno de ello, ni se ha remitido esta información al Tribunal de Cuentas para que adoptase medidas». Asimismo, apuntaban, «hay una falta de organización evidente en la documentación del ayuntamiento, con falta de facturas, expedientes de contratación, documentación y demás». En definitiva, matizaron, «cuestiones básicas que no pueden permitirse cuando hablamos del dinero de todos».

También el Sindic de Comptes, Rafael Queralt, puso de manifiesto en numerosas ocasiones en el informe de la auditoría de las cuentas de 2013 «la inexistencia de un control interno adecuado» y dejó a la luz las numerosas irregularidades cometidas en la gestión municipal y adjudicación de contratos de obras, así como la falta de todo tipo de documentación y el reconocimiento por escrito firmado por parte del propio secretario donde reconocía haber expedido «documentos con información falsa para recibir las subvenciones de la Diputación». El informe derivó en la presentación de una denuncia del Tribunal de Cuentas en mayo tanto al ex alcalde Torres como al ex secretario Paredes por un presunto delito de prevaricación.