El ayuntamiento le arrancó el miércoles la promesa de convocar una ampliación de capital en la próxima junta de accionistas, pero no sería la primera vez que David Cruz incumple sus palabras al respecto. El presidente del CD Castellón ya aseguró a sus accionistas, en la junta general de 2014, una ampliación de capital que no ha llevado a cabo. Es más, la descartó apenas un año después, en la última junta celebrada hasta la fecha.
El apunte abunda en la escasa credibilidad de David Cruz, del que el albinegrismo espera en estos críticos momentos más hechos que palabras. La situación económica del club, heredado por Cruz en causa de disolución, ha resultado un problema en continuo aplazamiento. El presidente ganó tiempo con la solicitud de concurso de acreedores, aprobada en la junta extraordinaria de julio de 2013. Allí, pese a las peticiones de los pequeños accionistas, Cruz descartó la ampliación «porque hablamos de cantidades enormes». Similar postura defendió en la siguiente asamblea de diciembre.
Pero en la junta de diciembre de 2014, sin embargo, Cruz anunció una ampliación de capital posterior a la junta de acreedores que debía celebrarse y se celebró en febrero. El presidente llegaba a esa cita en una delicada posición, pero salió reforzado, en primer lugar, por el apoyo del entonces vicepresidente Manolo García, y de otros accionistas como Meydis o Álvaro Rodríguez Hesles y, en segundo lugar, al aplacar la crítica de los pequeños accionistas con la promesa de la ampliación. Fue cuando se sucedían las dudas en torno a la viabilidad del club. Cruz desveló la baza de la ampliación de capital y, tras ser preguntado si cubriría su parte accionarial, salió al cruce el abogado y consejero del club, José Cano Coloma, para dar a entender que si se daba ese paso era porque se habían buscado inversores para hacerla posible.
Por contra, un año después, en la junta de diciembre de 2015, Cruz desanduvo lo andado y rechazó la ampliación de capital afirmando que «el 86 % del accionariado (o sea, él) no está por llevarla a cabo».
Reunión
En esa tesitura se había encastillado hasta la reunión que forzó el miércoles el ayuntamiento. El estado de las cuentas del club convierten la ampliación de capital en un imperativo legal. Contra las cuerdas también en el aspecto social, y cada vez más huérfano de apoyos en su propio consejo, Cruz prometió al consistorio convocar en la junta del próximo mes de diciembre una ampliación, renunciar a su derecho preferencial y apartarse en caso de que aparecieran inversores. Queda por concretar el montante de la misma y la fórmula legal que dejaría en minoría al actual propietario. La meta es el traspaso de poderes de la entidad, asegurando su supervivencia.
