El Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Castelló criticó ayer que la nueva fiscalidad municipal, aprobada por el bipartito y CSenM, «castigará en 2017 a las empresas que generan puestos de trabajo en Castelló». El edil del PP Carlos Feliu aseguró que «el ayuntamiento recaudará con el IBI no residencial y el de las empresas radicadas en el Puerto 1.428.000 euros más, una subida que afecta a los comerciantes, a los emprendedores y, en definitiva, a las empresas que crean empleo en nuestra ciudad».