El próximo 16 de noviembre, en el marco del congreso europeo «Life Ecocitric», los concejales de Desarrollo Económico y Agricultura de la Vall d'Uixó defenderán la viabilidad de un proyecto nacido en la ciudad con el objetivo de dar salida a un residuo agrícola muy común, la poda de los naranjos, que no pase por la incineración y sí por una serie de subproductos que hoy en día, cuando todavía se encuentra en fase experimental, ya se están haciendo un hueco en el mercado especializado.

Así lo defendió ayer Jorge García, edil de Desarrollo Económico, que ya tuvo la oportunidad de informar sobre los avances de esta iniciativa en junio y septiembre de 2015, en Chipre y Bruselas respectivamente. De las conclusiones del trabajo que se impulsó desde la Vall con la puesta en marcha del programa piloto, financiado con fondos europeos, se dará cuenta en la ponencia del próximo miércoles en la que, entre otras cosas «informaremos sobre los primeros resultados», que ya hablan de comercialización de subproductos «que hasta el momento no existían en el mercado».

Entre las salidas que se están obteniendo de someter los restos de poda de cítricos a este proceso industrial concreto, García destacó el «aceite esencial de naranja, que se utiliza en la elaboración de productos alimenticios, perfumes y ambientadores». Otro mercado con posibilidades interesantes es el de «pienso para cabras, que ya se está comercializando en Castilla la Mancha». Según el edil, a través de los estudios que se realizan desde la UJI, uno de los socios participantes en el proyecto, «se ha demostrado que el pienso tiene propiedades antibióticas». Con madera triturada también se está produciendo «cama para animales, sobre todo para caballos», así como «pelet» para calderas preparadas para utilizar biomasa.

La razón para que desde el ayuntamiento se reivindique con tanta insistencia la importancia de «Ecocitric», es que se está desarrollando íntegramente en la ciudad, convirtiéndola en el foco de atención de diferentes países productores de cítricos, que ya se habrían interesado por las técnicas empleadas. Sería el caso de argentinos, griegos o italianos, además de otros productores españoles, como los de limones en Murcia.

A la espera de la patente

Jorge García insistió en que esta técnica y todo el proceso de producción «forma parte de un proyecto piloto pendiente de patente», una gestión que la Vall d'Uixó no descarta emprender a partir del 30 de noviembre de 2016, cuando se dará por concluida la experiencia europea y ya podrá plantearse su expansión. De hecho, el edil de la Vall explicó que a partir de ese momento «estudiaremos crear la empresa que desarrolle en la práctica las experiencias que hemos desarrollado en este tiempo», aunque de manera velada avanzó que existirían bastante probabilidades de que así fuera ya que «los resultados que se están obteniendo son más que positivos».

De estas y más cosas se hablará en el congreso que acogerá la Vall entre el 16 y 17 de noviembre, en el que se darán detalles de cómo se desarrolla el proceso desde que se realiza la poda en el campo. García recordó que «con este proyecto los agricultores se olvidan de los costes de la quema, pero también de la leña, que la retira la cooperativa para llevarla a la empresa que la gestiona para la obtención de los subproductos».