Relajado, antes de un fin de semana sin competición, Fran Escribá (Valencia, 3 de mayo de 1965) se destapa como un gran conversador y un técnico con las ideas muy claras que se marca objetivos reales y abarcables, capaces de construir grandes éxitos. Antes de enfrentarse a los vídeos de los encuentros del Zúrich, próximo rival europeo del Villarreal, el preparador repasa sus primeros tres meses como entrenador amarillo.

Tras el primer tercio de la temporada, el equipo es tercero en la Liga. ¿Se esperaba estar ahí a estas alturas de la temporada?

En este arranque, sólo estoy un poco dolido por el tropiezo europeo contra el Osmanlispor. Es el único pero. Sé que la gente dirá que la previa de Champions fue un pero, pero las circunstancias del equipo, más allá del shock por el cambio de entrenador que yo no lo noté, ya que fuimos a jugar a Mónaco con hombres del filial en el banquillo, afectaron al resultado. Estoy convencido de que con la plantilla al completo hubiésemos tenido muchas más posibilidades de pasar.

También se le ve muy convencido de la capacidad de recuperación anímica de la plantilla. Tras las derrotas ante Osmanlispor y Eibar, aseguró que el equipo estaba mucho mejor de lo que la gente pensaba.

El equipo perdió en Eibar por un error del entrenador, por una mala toma de decisiones por mi parte. Y ante el Osmanlispor, salió un mal partido. Hubo un punto de ansiedad. Es uno de los partidos en los que más insatisfecho me he quedado. Pero yo sé que el equipo está bien. Viene ahora una cantidad de partidos muy exigentes, empezando por el del Athletic de Bilbao, donde no sería raro acumular alguna derrota. Pero el equipo está preparado para afrontarlo todo.

Desde el principio, se ha tenido que enfrentar a un alto nivel de exigencia, como evidenciaron con los pitos en el duelo ante el Sevilla. Aún así, en tres meses, ha podido empezar a implantar su idea de juego.

Sí. A lo del partido del Sevilla, hay que sumar que veníamos de ser eliminados en Champions. Había cierto descontento por lo que había ocurrido anteriormente. Pero creo que la gente, y así lo atestiguan las entradas en los partidos en casa, se lo está pasando bien, está viendo buenos partidos. El Villarreal está siendo un equipo fiable, que juega bastante bien, genera ocasiones de gol, encaja poco y marca goles. Estamos siendo fiables en casa y eso se percibe.

Quizá esa es una de las características más importantes de este Villarreal. Se está consiguiendo un equipo equilibrado; fuerte en defensa y con capacidad ofensiva.

Una de las cosas que siempre he dicho, cuando me han preguntado cómo quería que se definiera a mi equipo, era que fuese equilibrado. De nada sirve atacar muy bien, si eres un desastre en defensa y viceversa. Este equipo estaba bien montado, funcionaba bien y encajaba pocos goles. Lo único que se puede decir que se ha cambiado, a nivel táctico, es que se juega más el ataque posicional. No es que se le dé importancia a la posesión como tal, pero sí a tener el balón y dominar más los partidos. Pero el equipo no ha perdido fiabilidad defensiva por exponer un poco más en ataque.

Además este equipo, comparado con el de la temporada pasada, cuenta con más opciones ofensivas. No tiene a Soldado por lesión, pero ha sumado a Sansone o Soriano, Castillejo ha recuperado su nivel, se ha quedado Bakambu...

Sí, es cierto. Es verdad que no tenemos un delantero que te vaya a marcar 15 goles, porque no lo tenemos, pero son todos jugadores de entre 5 y 10 goles que, con la aportación de hombres de segunda línea, nos aseguran tener gol. Para nosotros, la baja de Soldado es tremenda por lo que Roberto aporta por experiencia, por su carácter de liderazgo y porque es un futbolista que siempre ha hecho mejores a los delanteros que han estado con él. Eso se nota.

Pero, a pesar del nivel mostrado, ha asegurado que el Villarreal no debe fijar la lucha por el tercer puesto como una prioridad.

Sí. No miro ni la clasificación. Sé que vamos arriba, pero nunca tengo la obsesión de mirar cómo vamos. Me preocupa sólo ganar el siguiente partido. Cada camino largo, como es la Liga, se compone de muchos pequeños pasos. Si uno está en un equipo de los grandes, entiendo que su mentalidad sea ganar títulos y saber que va a estar arriba. Pero, en nuestro caso, queremos estar arriba, pero no quiero que lo sintamos como una obligación impuesta por nadie.

Las alternativas también le han permitido variar el sistema dependiendo del partido. El equipo ha pasado del 4-4-2 al 4-1-4-1, según las necesidades.

Yo intenté adaptarme en prácticamente todo al equipo en cuanto llegué al Villarreal. Era un equipo muy acostumbrado a jugar con un 4-4-2, que empezaba y acababa todos los partidos con 4-4-2. Ha ido bien así, pero creo que es bueno que el equipo tenga riqueza táctica y que sepa cuando, en un momento dado, el mensaje es tener más el balón o si hay que terminar jugando con tres delanteros, se acabe un partido con tres delanteros. Debemos estar abiertos a eso. Todo lo que sea variar, es riqueza para el equipo.

¿Cómo se afronta hacerse cargo de un conjunto con un sello de entrenador tan claro como tenía el Villarreal de Marcelino?

Se hicieron cosas muy buenas. El trabajo de Marcelino en estos tres años y medio ha sido muy bueno con el ascenso que consiguió, metió al equipo enseguida en Europa, el año pasado cuartos... No aprovechar ese buen trabajo, sería ilógico. Con independencia de que a unos les pueda gustar más y a otros menos, pero el sello de las últimas temporadas lo seguimos manteniendo.

Sería un poco descabellado cambiar, a un bloque que lleva tanto tiempo jugando determinada manera y con buenos resultados, su forma de jugar.

Debería contestarlo el presidente, pero creo que una de las cosas que decide al club a firmarme es que ese tipo de trabajo, de orden táctico, es el que más he usado. No fueron a firmar a un técnico que jugara con defensa de tres o de cinco. Creo que sabían que, tanto en el Elche como en el Getafe, el 4-4-2 era el sistema de referencia y eso debió ayudar a la hora de elegirme.

¿Qué le sucede al equipo en la Europa League, donde no está respondiendo tan bien como en Liga?

Soy el primero que le da vueltas. Me lo planteo todo, desde que me equivocado haciendo tantas rotaciones como que simplemente vienen complicaciones en una competición donde el resultado a corto plazo es más importante porque no se pueden corregir errores y eso le mete al equipo más presión. Lo único que nos ha quedado feo es el tropiezo ante el Osmanlispor, porque no son malos equipos, aunque al principio se dijera que era fácil el grupo. Lo importantes es que quedan dos partidos y dependemos de nosotros. Habrá que confiar en acertar porque no caben más tropiezos.

¿No le dio vértigo recibir esa llamada con la posibilidad de hacerse cargo del Villarreal de un día para otro?

Me hizo pensarlo mucho. Me reuní, hablamos de la situación del equipo en ese momento y me marché a casa dándole vueltas a si era la decisión correcta aceptar. Es muy difícil decirle que no al Villarreal, más cuando yo venía de un año malo con el Getafe, pero tampoco era fácil decir que sí. Entraba en un club que venía de hacer una gran campaña y se iba a pedir igualar eso y todo se iba a comparar. Además estaba la inmediatez de la previa de Champions, que era muy difícil. Al final, tras haber visto el club y conocerlo por dentro, estoy encantado con la decisión.

A nivel personal, tras una temporada complicada en el Getafe, esto sirve para reivindicarse.

La amargura de la temporada pasada nadie me la va a quitar. A mitad de la temporada pasada, éramos novenos y el entorno hablaba de Europa, algo que siempre me pareció exagerado como se vio al final. Pero no esperaba que el equipo se cayera como se cayó y encontrar tan poco respuesta cuando se esperaban.

¿La idea sería dirigir aquí un proyecto a largo plazo?

Soy tan del día a día que tengo contrato este año y, todo lo que vaya más allá, me da igual porque lo que me importa es hacerlo bien esta temporada. Estoy a gusto, ojalá acabe el año y el club esté contento y se prorrogue el contrato. Pero, si me dan a elegir entre quedarme muchos años y no ganar nada o quedarme sólo este año y ganar un título, elegiría esto último sin dudar. Que este club gane algo, que esté cerca de ganar, es lo que me preocupa.