La Universitat Jaume I (UJI) de Castelló es la cuarta universidad española con más productividad investigadora del profesorado, valorada según el reconocimiento de sexenios, y lectura de tesis doctorales. Así se desprende de un estudio elaborado por la asociación Crue Universidades Españolas, donde la Jaume I solo es superada por la Universidad de Córdoba, la Autónoma de Barcelona y la Universitat de València (UV). La UJI obtiene una tasa de actividad de un 78,47 por ciento, Córdoba un 89,08 por ciento, Barcelona un 86,33 por ciento y Valencia un 85,27 por ciento.
En 2015, la Jaume I destinó más de 12 millones de euros para la realización de actividades de investigación y desarrollo tecnológico, lo que supone un 32,5 por ciento más que el año anterior, de los cuales un 20 por ciento procede de contratos con empresas e instituciones, y el resto de la participación de los grupos de investigación de la UJI en diferentes convocatorias públicas, con 287 proyectos de investigación.
La producción científica, principal indicador de la calidad de la ciencia que se hace, ha sido plasmada en numerosas publicaciones, como los 900 artículos en revistas nacionales e internacionales, 54 libros como autores o editores, 154 capítulos de libro y más de 400 ponencias en congresos, y refrendada con 68 tramos de investigación reconocidos a nuestro personal docente e investigador. En cuanto a los nuevos investigadores, durante 2015 el número de personal en formación y en perfeccionamiento ascendió a 147 y los investigadores doctores contratados para apoyo de grupos de investigación fueron 50, según informan desde la universidad.
Evaluación
Tal como explica en el informe, la actividad investigadora del profesorado de las universidades públicas se puede someter cada seis años a la evaluación de la Comisión Nacional de Evaluación la Actividad Investigadora (CNEAI). Esta evaluación tiene consecuencias directas en el reconocimiento y la actividad del profesorado, que percibe retribuciones, desempeña determinados cometidos y modula su actividad docente en función del número de sexenios obtenidos, y tomando en consideración si el último periodo evaluable ha sido superado favorablemente o no.
