Un estudio neorobiológico de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló avanza en el conocimiento de la pérdida de memoria espacial. Así, un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UJI ha estudiado el funcionamiento de una pequeña proteína del cerebro, llamada relaxina-3, y ha descubierto su acción sobre las neuronas que son dañadas durante las primeras fases de la enfermedad de Alzhéimer.

La profesora de Anatomía y Embriología Humana Ana Sánchez argumenta que relaxina-3 es un neuropéptido, es decir, una proteína del sistema nervioso, una de cuyas funciones principales es regular la memoria espacial a corto plazo en un área concreta del cerebro. «Nuestro trabajo ha revelado que cuando este neuropéptido está sobreexpresado puede eliminar la memoria espacial», afirma la experta.

Según informó ayer la institución académica en un comunicado, los resultados de este estudio neurobiológico se han publicado en la revista Brain Structure and Function. Los científicos de la UJI han usado una técnica innovadora, puesto que es la primera vez que se desarrolla esta comprobación in vivo con animales de experimentación. «La técnica más importante utilizada ha sido la microscopia confocal, que nos ha permitido identificar las neuronas que son activadas específicamente por relaxina-3 y que, a la vez, son las mismas que mueren primero durante el alzhéimer», expone el científico del grupo de investigación en Neurobiotecnología de la UJI, Héctor Albert-Gascó.

Por su parte, el profesor de Anatomía y Embriología Humana Francisco Olucha-Bordonau, destaca que la pérdida de la memoria espacial inmediata es uno de los signos de la enfermedad. «Los neuropéptidos son un grupo de moléculas que no han sido todavía testadas como agentes que pueden ser usados para modular actividades neurales de procesos neurodegenerativos, como el alzhéimer».