«Life Ecocitric» se presenta como una de las alternativas más interesantes a «una práctica tradicional en la agricultura de la Comunitat Valenciana, como es la quema de la poda, pero que presenta varias dificultades como la incineración del humus, responsable de la fertilidad de nuestras tierras, lo que la convierta en una práctica nada recomendable», según explicó el director territorial de Agricultura, Antoni Lluis Garcia durante la inauguración del congreso europeo que se celebra en la Vall d'Uixó.
Estas y otras aportaciones fueran compartidas por un auditorio de unas 200 personas entre técnicos, profesionales y especialistas de distintos puntos de España, así como de países europeos como Italia y Grecia. Todos ellos acudieron a conocer los resultados de una experiencia piloto que se está llevando a cabo en la Vall d'Uixó desde el 2014, con el objetivo de demostrar que de los restos de la poda de los cítricos se pueden obtener subproductos comercialmente viables.
El director territorial recordó que en la Comunitat «existe una extensión de cítricos de 150.000 hectáreas», de las cuales 75.000 se dedican al cultivo de la mandarina, 65.000 a la naranja, 9.000 al limón y 1.000 a otros cultivos diferentes. Teniendo en cuenta estas cifras, Garcia incidió en el hecho de que «para obtener una buena producción son efectivas las tareas agrícolas de la poda, que en el caso de los mandarinos se realiza de manera anual y en los naranjos bianual», lo que supone la generación de «hasta 430.000 toneladas de restos de poda que suponen un problema», que hasta ahora se solucionaba quemándola. El portavoz de Agricultura recordó que entre los inconvenientes de este práctica habitual en este territorio, no solo están la emisión de gases a la atmósfera que contribuyen al efecto invernadero o que «el 80% de las causas investigadas de incencios están atribuidas al comportamiento humano en la quema de restos agrícolas», sino que además, supone la destrucción de «la sustancia que da fertilidad al suelo, ya que se eliminan las ramas y hojas inferiores a siete centímetros, que por su composición son la base del humus».
Por todo ello, «Life Ecocitric» se plantea como una seria alternativa, porque se proponen otros usos como el pienso para ganado, la elaboración de aromatizantes o pelez con una función energética, de ahí que se considere este proyecto pionero como «innovador porque ofrece una alternativa a una práctica tradicional, postulando sacar productos con un valor añadido».
La alcaldesa de la Vall, Tania Baños, recordó que el ayuntamiento «lidera el proyecto Life Ecocitric desde que se presentó la convocatoria en 2013», aunque comenzó a desarrollarse el 1 de junio de 2014 y concluirá a finales de noviembre. «Buscamos mejorar la eficiencia productiva y cuidar el medio ambiente», en la línea que sustentaría el proyecto «que nos lleva a reflexionar sobre sí al crecimiento económico, pero no a cualquier precio, sino basándonos en el respeto por el medio ambiente».
El concejal del área de Desarrollo Económico, Jorge García, y el concejal de Agricultura, Fernando Daròs, informaron a los asistentes sobre las conclusiones de un trabajo en colaboración con la Asociación valenciana de argricultores, la Fundación Empresa-Universidad de la UJI, la empresa de servicios y desarrollo Grupo Vermon y la empresa energética Heliotec.
