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El «tomicus» ha arrasado 100.000 pinos en Castelló

La plaga tuvo una mayor incidencia en el 2º semestre de 2014 con 50.036 pinos muertos La sequía y las altas temperaturas son los factores que han propagado la plaga

El «tomicus» ha arrasado 100.000 pinos en Castelló

La plaga de «tomicus» que ha incidido en los pinares de Castelló en los últimos años ha afectado a un total de 107.930 ejemplares desde 2013, fecha en la que se detectó la presencia del insecto por primera vez de forma extendida en la provincia. El pico de afectación de la plaga se dio en el segundo semestre de 2014, en el que se contabilizaron 50.036 pinos afectados.

Las cifras las ha dado a conocer esta semana la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural en relación a prospecciones semestrales. Aunque en el pasado semestre se ha comprobado como la remisión de la plaga se ha hecho efectiva, la plaga sigue incidiendo en la actualidad a los montes de pinos pero de un modo menos acusado. En el primer semestre de 2016 se han contabilizado 1.595 ejemplares afectados, frente a los 50.036 del momento de máxima incidencia.

Desde el departamento de Medio Natural y Evaluación Ambiental, su director, Antoni Marzo, apuntó que «actualmente los niveles de mortalidad han descendido de manera notable, pero las cifras todavía no han alcanzado el nivel anterior al comienzo de la plaga». La presencia del «tomicus» en Castelló se detectó en el primer semestre de 2013 y en ese periodo se contabilizaron 100 árboles muertos por el insecto.

En este sentido, Marzo lamenta que «el inicio de la plaga coincidió con un periodo de 18 meses sin brigadas forestales, en los que se hubieran podido desarrollar más puntos de cebo y poner trampas». No obstante, el director de Medio Natural también indica que con las brigadas se hubiera frenado en cierto sentido la expansión de la plaga, pero que la incidencia se daba por segura.

El «tomicus» se había detectado en su día en ciertos bosques litorales de Alicante, pero no se había tenido constancia hasta 2013 de su presencia en Castelló. La plaga ha afectado a los pinos blancos presentes en el litoral, pero en la provincia también se han detectado focos en pinos negros y pinos silvestres de zonas del interior como Atzeneta o Torás.

La incidencia de la plaga se ha debido a una conjunción de factores que tienen en las afectaciones climáticas su catalizador. Según se apunta desde el departamento de Medio Natural, en este periodo se ha producido una sequía muy severa, hasta el punto de que no hay comparación en los listados de registros que se extienden durante 150 años. Así mismo, se han registrado temperaturas muy altas y ello ha elevado el desarrollo de la plaga.

De hecho, tras alcanzar el pico en 2014, la mortandad en 2015 ha mostrado una tendencia a la baja hasta los 37.672 ejemplares del primer semestre y los 17.722 del segundo. Este descenso se debe al propio desarrollo de la plaga, que se agota por factores biológicos y climáticos. Entre estos factores se encuentra el desarrollo paralelo de depredadores y las lluvias en puntos concretos de la provincia de Castelló que han paliado la situación.

La Conselleria de Medio Ambiente ha encargado al Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo y a la Universidad Politécnica de Madrid sendos estudios para analizar las zonas susceptibles de ser afectadas y explorar métodos de combatir la plaga.

La hipótesis sobe la que trabajan argumenta que la sequía en los suelos de rodeno compuestos de areniscas y arcillas debilita los pinos y pueden incrementar la plaga.

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