Partiendo de universos distintos, Villarreal y Athletic están tejiendo en los últimos años una bonita rivalidad futbolística. Amarillos y rojiblancos se están habituando a competir por objetivos similares, asentados en el balcón de la nobleza de la Liga, habituales en torneos continentales y moteando apariciones incluso en la Champions. Villarreal y Athletic desarrollan dos proyectos que dignifican la profundidad competitiva de la Liga y esta noche deparan un nuevo capítulo de este clásico moderno. En juego habrá unos puntos que al llegar la primavera tendrán doble valor, a la hora de decantar las plazas de acceso a competición europea.

El Villarreal comenzó la jornada tercero, solo por detrás de los gigantes Madrid y Barcelona, pero la victoria del Sevilla en La Coruña le obliga a ganar en Bilbao para mantener tan privilegiada plaza. El Athletic aparece en el grupo de aspirantes, séptimo, a cinco puntos de los amarillos. Los de Ernesto Valverde están llevando a cabo una remodelación en sordina. Veteranos como Raúl García o Aduriz conservan su peso en el plantel, y se mezclan con jóvenes como el central Yeray o el portero Kepa, y otros ya asentados como Muniain o Iñaki Williams.

Ernesto Valverde recuperará a casi todos los jugadores que llegaron con problemas físicos al parón liguero, Beñat Etxebarria, Aymeric Laporte, Mikel San José y Xabi Etxeita. El único que no llega para el choque es Óscar de Marcos, que no acaba de superar la inflamación que sufre en un dedo de un pie. El Athletic, como manda la mística, se ha hecho especialmente fuerte en casa. Solo el Barcelona ha sido capaz de ganar en el nuevo San Mamés en lo que va de Liga.

Ganar en el nuevo San Mamés es una de las medallas pendientes para el solvente Villarreal de las últimas temporadas. Un apunte que podría condicionar la alineación de Escribá es el partido de Liga Europa que el Villarreal debe disputar el próximo jueves en Zúrich, aspecto parejo con los locales, también en liza europea.

El Villarreal, que sufrió su única derrota liguera en la pasada salida a Eibar, llega a este partido con la única baja del delantero Roberto Soldado, al recuperar al resto de jugadores con problemas de las últimas semanas. El técnico Fran Escribá ha dejado fuera de la lista por decisión técnica a los futbolistas Mariano Barbosa, Bojan Jokic, Mateo Musacchio, Rukavina, N'Diaye y Santos Borré. El central Álvaro apunta a la titularidad, rodeado por el asumido once de gala del Villarreal de Escribá. Deberá vigilar especialmente a Aduriz, referencia atacante de los locales, y verdugo habitual de los amarillos. No en vano Aduriz, que durante el parón ha vuelto a hacer historia convirtiéndose en el jugador más veterano en marcar con la selección española, le ha marcado ya 10 goles al Villarreal. Siete de ellos con el Athletic y cuatro en el nuevo San Mamés.

El duelo de parejas atacantes será sin duda uno de los múltiples alicientes del duelo y, además, uno de los factores que definen a cada uno de los equipos. La garra y el oficio de Aduriz y Raúl García contrasta con la velocidad y la verticalidad de Bakambu y Sansone. Si Escribá, el entrenador visitante, habló en la previa de evitar conceder situaciones de pelota parada, Valverde, el local, tratará de evitar las transiciones y los espacios que tan bien aprovechan los amarillos.